El objetivo es convertir el antiguo pazo del Marqués de Valladares en una referencia dentro del Casco Vello y de la propia ciudad y para ello la empresa promotora, Getting Back Stones (GBS) invertirá 1,6 millones de euros en la rehabilitación del inmueble, emplazado en los números 2 y 4 de la calle Oliva.

La reforma recibió esta semana la licencia por parte de la Gerencia de Urbanismo para convertirse en centro sociocultural recreativo y antes de iniciar las obras, en septiembre, sus promotores concretarán en las próximas semanas la idea concreta que desarrollarán en esta estructura, que contará con cuatro sótanos -tres de ellos para garajes y aparcamiento-, entreplanta por la calle Xoanelo, planta baja, otra entreplanta por la calle Oliva y dos alturas que suman una superficie total de 4.117 metros cuadrados. El proyecto básico fue encargado a los arquitectos José Javier Villacé Rodríguez y Martín de Cominges Carvallo y fue presentado en marzo de este mismo año.

Sin viviendas

El proyecto inicial, que data de 2012, incluía la construcción de veinte viviendas, algo que la empresa rechaza ya que se centrará en el uso hostelero para abrir el edificio a la ciudadanía tras unas obras que se prevé que duren 18 meses aunque sus promotores prefieren fijarse un plazo de dos años. También restaurarán el jardín, un recinto que hace 150 años recibía a la nobleza y la burguesía de la ciudad y que tras la reforma, será de disfrute público.

"Tenemos varias ideas y en agosto perfilaremos cuál elegimos. El centro estará centrado en la restauración pero no sabemos todavía si habrá seis o siete restaurantes o si se lo alquilaremos a un único gran cocinero o a una compañía especializada para realizar eventos durante todo el año", indicó el responsable de GBS, Luis Cabaleiro, que precisó que ahora, tras recibir la licencia, se iniciarán las conversaciones formales con chefs -algunos con Estrella Michelín- con el objetivo de cerrar en agosto el proyecto definitivo.

El presupuesto de ejecución de la obra es de 1.591.512 euros, una cantidad que sumada al coste del antiguo pazo y el solar adyacente y a los costes de la puesta en marcha definitiva del establecimientos elevará hasta los "seis o siete millones de euros" el coste total de la inversión.

"Es un proyecto valiente y serio que respeta el edificio. Me alegro de que los plazos avancen con tanta diligencia aunque no era difícil porque cogimos un proyecto que era para apartamentos y lo vamos a convertir en lugar de referencia definitiva de la zona y de todo Vigo", aseveró Cabaleiro, que está convencido de que "funcionará muy bien y será el espaldarazo definitivo que precisaba el Casco Vello".

La rehabilitación recibió el visto bueno de la comisión técnica de seguimiento del Pepri del Casco Vello el pasado 10 de mayo, el último paso de un procedimiento que no estuvo exento de dificultades ya que tras los primeros movimientos de tierra apareció una necrópolis de la época romana cuyas tumbas ya fueron trasladadas al Quiñones de León. Se trata de siete sepulcros que se expondrán en la sala de arqueología del museo de Castrelos, que se adaptará para resaltar la importancia de estos restos.

Superadas las cautelas arqueológicas y tras recibir la licencia de obras, se acometerá la rehabilitación de un edificio que en la ficha del catálogo se describe como un edificio de enormes dimensiones que ocupa una amplísima parcela de planta poligonal y que se levanta sobre el suelo un total de tres alturas. La tipología del edificio es la típica de los pazos decimonónicos, prosigue la descripción de la ficha, que incluye la "peculiaridad" de que la estructura se dotó posteriormente de múltiples añadidos como galerías de madera o ornamentación en altura en los balcones.

Remarca que los elementos a proteger son las fachadas de piedra, las galerías, balcones y barandillas, carpinterías de madera, jardines o el patio, el muro de cierre de la parcela y el portal.