El Aero Club inauguró sus instalaciones deportivas en Peinador a finales de 1962. Era un paso más hacia su crecimiento después de 11 años de actividad en el centro de la ciudad. Enrique Lorenzo, uno de sus fundadores y presidente, cumplía uno de sus objetivos prioritarios. El club se afianzaba y dotaba a Vigo de un escenario inédito en aquella época. En el lugar donde nace el río Lagares, el Aero Club diseñó un complejo en el que figuraban tres calles para jugar al golf, dos pistas de tenis y un espacio para el tiro al pichón, muy popular en aquella época, y tiro al plato. El acto de inauguración, al que acudieron numerosas personalidades de la provincia y también locales, fue un ejemplo del compromiso con el club y también con la posibilidad de aumentar la calidad del turismo en la comarca. El campo de golf estaba separado de la pista del aeropuerto por una valla. Dicen aquellos que inauguraron las calles de golf que muchas veces tenían que parar las partidas para ver aterrizar o despegar aviones. Todavía hoy en día se pueden observar desde ese lugar.
Los pioneros del golf en Vigo utilizaban unas calles "en mal estado", pero con la ilusión y las ganas de practicar su deporte favorito. Recibieron muchas críticas de la sociedad de aquella época, que consideraban esta modalidad deportiva como elitista. Entre los habituales asistentes a las partidas figuraban destacados empresarios vigueses y también el vicecónsul de Estados Unidos en Vigo. Quizás por este motivo se diseñó una cabaña-refugio como centro social. Un amplio salón y varias estancias formaban parte del complejo. Según los informes de la época, el modelo elegido se llamaba Dakota. Todavía hoy en día se conservan muchos de aquellos elementos.
Se puede comprobar en el Aero Club el llamativo lugar elegido para el tiro al pichón. Esta modalidad era muy popular en esos años y se organizaron numerosos campeonatos. Se tuvo especial cuidado en elegir el palomar que se usaría, conservado en la actualidad como uno de los elementos arquitectónicos más importantes del recinto. Después de su inauguración se organizaron numerosos campeonatos a los que acudían los mejores tiradores de Galicia y de Portugal. También de otros lugares de España.
El campo de golf siempre estuvo presidido por una laguna. Se considera que en es lugar nace el río Lagares. Por lo tanto, también se ha convertido en un icono. Con el paso del tiempo, las instalaciones del Aero Club fueron creciendo. Poco a poco. Fue a finales de los años 60 cuando se amplió el número de las calles destinadas al golf hasta llegar a las nueve, las consideradas como oficiales para albergar competiciones. Fue en ese momento también cuando llegaron las dudas a los responsables de la entidad viguesa. Se presentó un ambicioso proyecto para construir un campo de golf en A Ramallosa. Eso era una competencia directa. Sin embargo, esa iniciativa quedó en el olvido y el espacio vigués fue el centro de referencia durante muchos años.
El Aero Club llegó a tener 600 socios y todos ellos disponían de un trato familiar y casi personalizado. Sus instalaciones eran únicas y espectaculares por muchos motivos. El club se fue abriendo a nuevas iniciativas, como la construcción de su piscina y también mejorar el acceso y el aparcamiento. La entidad destinó muchos recursos económicos a que estuviera bien acondicionado y conservado. Por su campo de golf pasaron muchas personalidades que llegaban a Vigo por diversos motivos, como cantantes o políticos. Incluso el Celta realizó allí numerosos entrenamientos durante la pretemporada. Fue a inicios del año 2000.
En la actualidad, el Aero Club realiza una amplia reforma en todas sus instalaciones. Después de conseguir ampliar el periodo de alquiler con la Comunidad de Montes de Cabral, sus gestores tienen como objetivo el aumentar el número de socios y también el de ofrecer unos servicios que ningún otro club tiene en España.
