La adaptación de los antiguos títulos al plan Bolonia resultó de gran complejidad en las ingenierías, puesto que sus títulos conllevan atribuciones profesionales y el proceso involucró a los colegios profesionales y asociaciones. De hecho, fueron las últimas del mapa universitario español en estrenar los grados.

En el caso de Ingeniería Industrial, las carreras técnica y superior llevaban 150 años siendo independientes. Así que el proceso de armonización con el nuevo sistema en la Universidad de Vigo incluyó además la fusión de la histórica escuela de Torrecedeira y la del campus de As Lagoas-Marcosende.

La institución estrenó los grados de ingeniería en el curso 2010/11 y en 2014/15 empezó a impartir los másteres profesionalizantes que, con una duración de dos años, habilitan a los titulados para el ejercicio de profesiones reguladas por ley.

"En septiembre se cierra un ciclo. Estamos ya tan metidos en Bolonia, que estos procesos despistan un poco", comenta Natalia Caparrini. "Los planes a extinguir ya no tenían docencia pero a nivel administrativo suponen expedientes abiertos y un trabajo", reconoce, por su parte, Íñigo Cuiñas.

Las tres escuelas viguesas de ingeniería suman más de 5.000 alumnos. Industriales, el centro más grande de Galicia, tiene más de 3.500 matriculados en sus 6 grados, másteres y doctorados. Telecomunicación supera el millar y Minas, que imparte dos grados, tiene algo más de 500 estudiantes en sus aulas y laboratorios.