La dirección del Peinador mira al cielo deseando que amaine el temporal. Un fallo en el ILS obligó a dar de baja el pasado lunes este sistema antiniebla por lo que el aeropuerto vigués se expone desde entonces a que los comandantes aborten en condiciones de baja visibilidad e incluso de noche el aterrizaje en su pista y pongan rumbo Santiago. Esto ocurre desde la tarde del martes, cuando se produjo la entrada del frente borrascoso, y hasta ayer. En total han sido desviados a Lavacolla cinco vuelos que se tradujeron en la caída de la parrilla de la terminal viguesa de diez conexiones, ocho con Madrid y dos con Barcelona. Aena aseguró ayer que la avería está resuelta y solo espera una mejoría del tiempo para que un avión técnico pueda efectuar la calibración de los equipos, una certificación imprescindible para la reactivación del mecanismo antiniebla.

De no ser por el temporal tal vez Peinador superase la incidencia registrada con su ILS sin afectar a ninguna de sus operaciones. De hecho, el "fallo" en el sistema antiniebla, como insiste en catalogarlo Aena, fue detectado el pasado lunes y pese a su inmediata desconexión operaron todos los aviones previstos para ese día. Pero la fatalidad quiso cebarse con el aeropuerto vigués, y de persistir una meteorología adversa, podría acabar la semana con una considerable lista de vuelos perdidos. El mal tiempo apenas lleva 24 horas azotando Galicia y los estragos en el tráfico aéreo con destino Vigo son considerables. El primer desvío a Santiago sucedió en la noche del martes, el de un avión de Iberia procedente de Madrid, y ayer se registraron los otros cuatro, uno por la mañana también de Barajas (Air Europa) y por la tarde, dos con esta misma procedencia además de uno de Barcelona (Ryanair). Cinco vuelos desviados que finalmente salieron de Lavacolla provocando la cancelación de diez enlaces en Vigo.

Otra circunstancia que hace todavía más vulnerable Peinador frente a posibles desvíos es que la desconexión al antiniebla coincide con la de otro sistema de ayuda a la navegación, el VOR. Dado de baja el pasado 10 de noviembre para sustituirlo por equipos más modernos, el gestor estatal de servicios de navegación y control aéreo Enaire anunció entonces que las obras de desmontaje de las actuales instalaciones y las de montaje y construcción de las nuevas tendría una duración de cuatro meses. Por ello estimaba que el nuevo VOR entraría en funcionamiento hacia finales del primer trimestre de 2017, es decir, de este mes de marzo.