Audasa se enfrenta a una "catarata" de multas de seguir como estos 40 años sin pagar ninguna tasa portuaria en Vigo. La primera que ya tienen sus directivos sobre la mesa asciende a 60.000 euros. Las alegaciones que la concesionaria de la Autopista del Atlántico (AP-9) envió a la Autoridad Portuaria para eludir al abono de los 70.000 euros al año por ocupación de lámina de agua y la actividad en el puente de Rande no consiguieron frenar el expediente abierto el pasado julio. Sus argumentos fueron "muy flojos", según fuentes de toda solvencia, por lo que su presidente, Enrique López Veiga, firmó esta semana la resolución que impone la mencionada pena económica. Ahora faltaría por comprobar si la empresa abonará la multa, pero en la institución portuariano tienen ninguna confianza en que esto ocurra, por lo que ya preparan un segundo expediente. Como ya lo advirtió en su día, el dirigente de Praza da Estrela vuelve a reiterar: "Audasa acabará pagando tasas, aunque sea a base de multas".
Muy dado a la contundencia en todo asunto que afecte al Puerto, en la empleada por Enrique López Veiga para referirse al caso de Audasa subyace cierta decepción. Como él, varios miembros de su staff se creyeron en diciembre, cuando se produjo la primera reunión en Praza da Estrela, que los directivos de la compañía habían comprendido que ya era hora de cumplir con sus obligaciones portuarias. "De regularizar su situación", como así se lo expresaron en este y los siguientes encuentros. Sin embargo, nada más lejos de la intención de la concesionaria que pagar ahora cuando lleva décadas beneficiándose de su actividad sobre terreno portuario sin apoquinar un céntimo. Y pese a ser avisada en varias ocasiones de las consecuencias, tampoco surtió efecto, de ahí la apertura del primer expediente resuelto ahora con la mencionada multa.
Respuesta de la empresa
Durante la última fase del proceso administrativo, el de las alegaciones, el presidente de la Autoridad Portuaria se mostró muy cauto. La última vez que se pronunció al respecto, el 28 de julio, lo hizo para ratificarse en su determinación de hacer pagar a la empresa las citadas tasas, y sin abundar en la crítica, zanjó las preguntas de los periodistas diciendo que Audasa disponía de 10 días hábiles para responder a la incoación del expediente. Claro que la empresa contestó, en cambio, sus razones para que el puente de Rande quedase exento de la tasa de actividad y de la de ocupación de lámina de agua resultaron intrascendentes. Argumentos "muy flojos", valoraron las citadas fuentes. Según estas, "hasta sorprendentes" en su contenido, lo que les hace dudar que las hubiera consultado con su gabinete jurídico. Como si no se tomase en serio los requerimientos del Puerto.
En declaraciones a FARO,López Veiga ya justificó a mediados de julio que la concesionaria "está obligada a pagar, como cualquier otra empresa que opere en terrenos o aguas portuarias". A mayores de la dos tasas citadas. incluso podría repercutirle la del "vuelo", aquella que cuantifica la distancia entre los pilares, y también por las obras de ampliación que ejecuta en la actualidad para adosarle dos tableros, uno por cada lado, al puente. Sin embargo, este expediente sancionador se motiva solo en el impago de las dos primeras, que supondría un ingreso al Puerto de 70.000 euros al año.
La cuantía de esta primera multa, 60.000 euros, deriva de la clasificación de "falta leve". Es la mínima que recoge el Régimen Sancionador del Título IV del Texto Refundido de la Ley de Puertos y de la Marina por "incumplimiento en lo que se refiere a las actividades sujetas a previa autorización, concesión o prestadas mediante licencia". Esta normativa también penaliza la reincidencia, así que si al final prospera el segundo expediente, aún siendo tramitado igual por falta leve, el castigo podría duplicar la cantidad alcanzando los 120.000 euros.
Que la "catarata" de multas a Audasa continuará ya no se discute en la Autoridad Portuaria. No hay ninguna otra medida en la mente del su presidente. En aras de esa legalidad a la que apela con estos expedientes podría ampararse para instar a la paralización de las obras de ampliación del puente. Esta opción sí que queda descarta. "Por responsabilidad", aduce.
La más rica, la única que se aferra al gratis
- La campaña de revisión de espacios de su jurisdicción emprendida por el Puerto detectó más casos como el de Audasa de empresas y hasta de instituciones que llevan desde siempre sin abonar tasas pese a obtener un beneficio económico por la actividad que ejercen en los terrenos portuarios que ocupan. En estos últimos meses todos aceptaron poner fin a su gratuidad. El último, el Instituto Social de la Marina por su edificio de la Casa del Mar en la avenida Beiramar. Pero la más rica, la que ganó 44 millones en 2015 en buena parte por los peajes en una de las autopistas más caras de España, se resiste a pagar 70.000 euros al año.
Liberar el tramo desde Buenos Aires
- Una de las demandas históricas planteadas desde Vigo a Audasa es que el tramo de la autopista desde Buenos Aires hasta su salida en Alfonso XIII "sea urbano y gratuito". El alcalde Abel Caballero la retomó este año y en paralelo a la conversión del tramo en urbano plantea la construcción de dos rotondas, una a cada lado del puente de Buenos Aires, con un carril de salida hacia la AP-9 desde allí hacia Vigo, y otro de entrada en sentido Rande. Así se crearía un anillo para posibilitar todos los movimientos entre Teis, Travesía y el centro con la autopista como arteria central.
Pantallas para eliminar el ruido
- Los vecinos temen que el zumbido que soportan a diario por el tráfico de la autopista se multiplique cuando el vial gane capacidad. Según cálculos vecinales hay 5.000 viviendas donde se convive con niveles de ruido superiores a 65 decibelios, por encima de la llamada franja de "incomodidad acústica", fijada entre 55 y 65 decibelios por la Organización Mundial de la Salud. A instancias del Ministerio de Fomento, Audasa se comprometió a instalar los reductores de ruido en Teis y Chapela, sin embargo, a día de hoy nada indica que vaya a abordar esta actuación.