La Policía Local retiró ayer raticida envuelto en comida en el parque de la calle Eugenio Arbones, entre las avenidas Fragoso y Castrelos. Los agentes se acercaron hasta la zona por la mañana tras recibir la alerta de un vecino. El veneno se encontraba diseminado, por lo que la Policía limpió el entorno. Ya por la tarde los restos empezaron a analizarse, aunque fuentes del Concello avanzan que, por las bajas cantidades que se emplearon del raticida, podría estar destinado a aves.

No es la primera vez que se encuentran sustancias tóxicas acompañada de comida en parques de la ciudad. En abril la policía investigó la muerte de varios perros y gatos por envenenamiento en la parroquia de Candeán.