Tanto la locomotora como los otros dos vagones que conformaban el tren Celta cumplen hoy quince días de estancia en la estación de Porriño. Los desperfectos ocasionados por el descarrilamiento en la primera ya se habían comunicado y de hecho ésta se mantiene tapada con una lona azul desde el pasado 10 de septiembre. Lo que ayer también comunicaron los especialistas es que los dos vagones traseros, que no llegaron a volcar completamente, están en buenas condiciones.

Tanto es así que el perito designado por la Xunta de Galicia, Juan Carlos Carballeira, informaba de que "el material para mí está en perfecto estado, así que para mí no habría inconveniente en retirarlo, pero eso debe ser la jueza la que lo autorice".

La previsión, según comunicaron desde instancias judiciales en los días inmediatamente posteriores al siniestro, era trasladar la totalidad del tren accidentado a unas instalaciones que Renfe tiene en Redondela. Es probable que, a tenor de los análisis realizados durante la mañana de ayer, muchos de los cuales tuvieron lugar en el interior de los dos vagones que todavía se pueden utilizar, el tren haya permanecido en Porriño, por orden del juzgado, para que los especialistas pudieran hacer las mencionadas valoraciones en el lugar del accidente.

Una vez que los peritos manifiestan que no habría inconveniente que retirar la maquinaria, es también probable que la magistrada titular del juzgado número 2 de Porriño autorice definitivamente su traslado a la localidad de Redondela, el cual se haría, en el caso los vagones traseros, vía férrea.