El azul dejó de ser por un día el color estrella de Samil. Tanto el cielo, como el paseo, arenales y asfalto se tiñeron de todos los tonos posibles en una nueva edición-y ya van tres- de la carrera Holi Run.

Un buen calzado y ropa deportiva no fue la indumentaria dominante: tutús, faldas y gorros mexicanos, trajes de hawaianos o simplemente pelucas y gafas gigantes se convirtieron en los looks escogidos por los cerca de 9.000 participantes que se acercaron al arenal vigués desde múltiples ciudades de la comunidad gallega para asistir a esta colorida prueba.

Y es que el trayecto y la propia carrera era lo de menos. La gracia reside en ver cuántos polvos de colores puedes almacenar en tu cuerpo. "Lo importante en la Holi Run es eso, terminar pintada de arriba a abajo", comentaba Tatiana, participante ya por segunda vez en esta prueba. Tanto para ella como para el resto de sus amigas, Patricia, Sonia, Kini y Vanesa, esta edición tenía un 'color' especial: el blanco, ya que se encontraban celebrando la despedida de soltera de una de ellas.

La prueba arrancó a las 11.00 horas de ayer desde la Avenida de Samil. El regidor olívico, Abel Caballero junto al edil de Deportes local, Manel Fernández visitaron a los miles de corredores a la salida y fueron los encargados de dar el 'polvazo' inaugural. Ataviado con la camiseta oficial de la Holi Run, que un año más volvió a irradiar Samil de un arco iris humano, Caballero animó a los asistentes a disfrutar en compañía de amigos y familiares de "la fiesta del running, del color, de la música y de lo excepcional" , en un día donde incluso el tiempo acompañó.

La lluvia y niebla dejaron paso a una mañana con 21 grados que incrementó no solo el número de participantes a la carrera sino también el público que se acercó para ver la espectacularidad y diversión de la prueba.

Aunque en su mayoría fueron jóvenes los que se acercaron hasta la explanada de Samil, familias al completo, grupos de amigos, peñas e incluso mascotas fueron teñidas con los polvos desde el escenario principal o durante la misma carrera. Sara, María, Eva, Laura, Karla, Sabela e Iván participaban por primera en la Holi Run y no dudaron en confirmar que repetirán en próximas ediciones. "Lo mejor sin duda la carrera, es un domingo diferente, sales a dar un paseo con tus amigos, te pintas de mil colores y te lo pasas muy bien, ¡cómo para no repetir!", aseguraba una de estas amigas.

Cinco kilómetros de recorrido

El trazado no se caracterizaba por su largo recorrido: cinco kilómetros en un circuito de ida y vuelta a través de dicha avenida. En los puntos de avituallamiento, la comida y el agua eran secundarios ya que los 'víveres' que se entregaban eran bolsas de polvos para animar la caminata-más que carrera- de los participantes. En concreto fueron diez toneladas de estas saludables nubes de colores las que iluminaron el cielo de Vigo.

No hubo ni campeones ni perdedores; las actuaciones post carrera fue el premio para todos los participantes. La fiesta corrió a cargo del DJ oficial de la Holi Run, Ben Hassel y el grupo de animación Daenerys. Uno de los actos más espectaculares es la conocida como Holi Boom. Enfrente al escenario principal, los voluntarios lanzan por medio de grandes cubos y extintores cientos de kilos de polvos creando una impresionante nube de colores.

A tenor de las cifras ofrecidas por la organización, este año los participantes se incrementaron notablemente, pasando de 6.000 en 2014 y 7.000 en su pasada edición a los 9.000 actuales, lo que deja patente que se trata de un evento que obtiene un mayor reclamo año tras año. "Te permite disfrutar de un día completamente diferente, conocer a gente y bailar por la calle, es increíble", relataban un grupo de asistentes.