"Cuando mamá me dice que tenemos que ir al médico no me gusta, la gente está enferma y llora y el sitio es feo". Al igual que la pequeña Olalla López, son muchos los niños que muestran una gran apatía a los hospitales y personal sanitario. Con el objetivo de invertir esta tendencia y ofrecer a los escolares una mayor independencia y responsabilidad en temas de salud, un grupo de cuatro enfermeras del sindicato Satse acudieron al EEI Vila Laura para enseñarles nociones básicas de higiene y cuidado diario.

Para ello, contaron con la ayuda de Vera, una ardilla que descubre su verdadera vocación: ser enfermera. "Conocimientos tan simples como lavarse las manos antes y después de comer o de ir al baño, hacer lo mismo con los dientes o ponerse visera y protector solar son órdenes que parten de los padres, por ello queremos que los propios niños las interioricen para que no sea necesario decirles nada, que salga de ellos hacerlas", afirma Malules Escandario, una de las enfermeras participantes en esta iniciativa.

Curar y vacunar a los muñecos

Equipados con gorros, mascarillas y guantes, los escolares se convirtieron en enfermeros de sus propios muñecos a los vendaron, pincharon y cuidaron siguiendo las instrucciones de la ardilla Vera. "Mucha información tampoco se les puede dar porque son todavía muy pequeños, pero hay cosas que son básicas, y para nosotros que conozcan el número de emergencias, 112, es muy importante. Por lo menos saber qué hacer en caso de que ocurra un accidente", apuntaba María Calviño, otra de las sanitarias.

No es el primer año que desde Satse se organizan este tipo de iniciativas y es que concienciar a los pequeños de la necesidad de cuidarse y de la importancia de ir al hospital cala hondo en ellos. "Igual ir al médico tampoco es tan malo porque nos van a tratar bien", respondía Manuel López, quien al igual que su compañero Guillermo Moure aprendió a ponerse una venda. "Antes solo nos poníamos tiritas cuando nos cortábamos, ahora ya sabemos utilizar las vendas", respondían los escolares de 2º curso de Educación Infantil.

Otros, además de aprender cómo usar vendas y jeringuillas, descubrieron la que podía ser su vocación, como fue el caso de Catuxa Louzao. "Yo juego mucho a curar a los muñecos, es divertido así que me gustaría ser enfermera" , comenta la escolar. Sus compañeros del Vila Laura Hugo, Irago y Roque Pena también quieren servir al prójimo pero desde otra perspectiva. "De mayor quiero poder ayudar a la gente, pero mejor lo haré como bombero", respondía Irago. "Yo enfermero no, yo médico que es más", bromeaba el párvulo Roque Pena.

Queremos que pierdan el miedo a las 'batas blancas' y a los complejos utensilios que empleamos. Tienen que ver los hospitales y los médicos como algo normal que solo quieren hacerles bien", completa Escandario.