Una vez finalizado el consejo de administración del Puerto en el que se abordó la marcha de Maersk a Marín a partir de mayo, el alcalde Abel Caballero insistió en las desventajas de esa decisión. "Va a producir importantes incrementos de costes en muchas empresas, como el congelado o la industria de la piedra. Va a significar un retraso evidente que pagarán las empresas", argumentó el regidor, quien recordó que el puerto de Vigo lleva años invirtiendo para dotarse de "las mejores instalaciones de Galicia para tráfico de contenedores": "En Vigo hay un PIF con ocho bocas; en Pontevedra tienen dos", señaló a modo de ejemplo. Caballero insistió en que la marcha de Maersk es "un problema del territorio" que afectará también al cliente y mostró "todo su apoyo" a López Veiga.