Los preparativos para el aniversario de la batalla están casi listos. Costureras, campesinos, héroes locales y soldados dan las últimas puntadas a los tradicionales trajes, a las banderas y estandartes para conmemorar la Reconquista de la ciudad el próximo fin de semana. Hoy tiene lugar el ensayo general de la expulsión de las tropas francesas en Porta do Sol y mañana el desfile para niños.
Cerca de 200 personas participan esta tarde en la recreación de la sublevación de los vigueses contra Napoleón. "Llevaremos algo de atrezo, pero nada más", explica Fiz Axeitos, representante de la Asociación vecinal Casco Vello, encargada de la organización del evento. Aunque los fingidos franceses irán hoy con petos fluorescentes y los vigueses vestirán como en el actual siglo, la emoción no es por ello menor. Se espera que el domingo, 500 personas participen activamente en la conmemoración. Estos días la intensidad del trabajo aviva también las ganas. "Los teléfonos echan humo", bromea Axeitos.
GALERÍA | El Casco Vello de Vigo se engalana para la Reconquista. // A. Irago, J. Lores
La vestimenta es uno de los elementos más importantes para envolver a la ciudad en la bruma de la historia. Para ello, cada año confeccionan decenas de prendas. La encargada de hacerlo es Patricia González, que confiesa que ha perdido la cuenta de cuántos atuendos han hecho ya: "De una tirada podemos hacer 40 prendas, de otra solo 5, después hay que contar con las que ya tiene la asociación y también las de la gente que se las hace ella misma".
Trasa años cosiendo, sabe los modelos de memoria, pero sigue acudiendo a grabados y fotografías de la época para no perder la inspiración. Marca una diferencia muy importante con otras fiestas históricas, como puede ser la Arribada de Baiona: "Aquí se lleva nuestro traje tradicional, el de diario, y no vestidos de gala, que solo se podía permitir algún marqués porque entonces casi todos eran pobres". La indumentaria puede costar desde los 200 euros a los 500. La organización pide que se respete lo máximo posible el vestuario de la época para que la fiesta sea lo más fiel posible a la crónica. Las enaguas, el matón, el justillo, los chalecos y el lino serán los protagonistas.
Los puestos del mercadillo, que abrirá el sábado, también deben respetar la ornamentación de la época. Durante todo el fin de semana los grupos tradicionales, de la asociación de vecinos y también invitados, evocarán con sus melodías de gaitas y panderetas los días en los que un pueblo marinero se convirtió en villa.
Reconquista aunque llueva
El único enemigo al que parece que los vigueses no podrán expulsar es al mal tiempo. Las lluvias que se predicen para todo el fin de semana amenazan con aguar la fiesta.
La organización asegura que la celebración continuará aún con precipitaciones. "A menos que den alerta naranja -que desaconseja realizar eventos al aire libre- se hace igual", asevera Axeitos.
