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El servicio de teleasistencia gana 66 usuarios en solo un año y ya suma más de medio millar

El Concello destina 80.000 euros a sufragar la asistencia -Los técnicos atendieron a lo largo del año pasado 382 peticiones de ayuda, la mayoría por emergencias sanitarias

Un técnico ayuda a una de las usuarias de la teleasistencia a instalar el dispositivo. // Marta G. Brea

La teleasistencia a domicilio gana usuarios en la ciudad. El servicio de atención a mayores y dependientes que financia el Concello atiende en la actualidad -con datos a 31 de diciembre- a 537 personas, 66 más que hace justo un año y aproximadamente las mismas que en 2013, cuando la Diputación de Pontevedra dejo de costear la asistencia en los municipios con más de 20.000 habitantes.

Según los datos que maneja la Concellería de Política Social, a lo largo del año pasado ese medio millar largo de usuarios protagonizó 382 peticiones de ayuda; es decir, más de una cada jornada. En más de un tercio de los casos registrados (151) los usuarios contactaron con la central del servicio al afrontar problemas de salud. El segundo motivo más común de las alertas son la emergencia social (140), aunque también se contactó con los técnicos por crisis de soledad y angustia (7) o, sencillamente, para chalar durante un rato (28).

En total la central de teleasistencia anotó 11.582 pulsaciones del terminal que llevan los usuarios, aunque muchas de esas alertas fueron solo para comunicar datos, como ausencias, el regreso a casa, avisos de agenda o, simplemente, por un error -lo que ocurrió en 1.085 ocasiones- o realizar el seguimiento de los usuarios (5.897). Además de las 516 personas que portan un pulsador, el servicio atiende también a otras 21 que se consideran "beneficiados", ya que aunque no disponen del dispositivo también reciben asistencia y servicio.

Hasta finales de 2012 la teleasistencia la sufragaban el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) y la Diputación. El primero aportaba el 63,5% del coste total y el segundo completaba la aportación, con el restante 26,5%. En 2013 el Imserso anunció sin embargo que, como parte de su política de reducción de gastos, suprimiría su ayuda. Poco después el organismo provincial anunciaba también que restringiría el servicio, pagándolo solo en los municipios con una población inferior a 20.000 vecinos. Ese "tope" dejaba fuera a Vigo, cuyo padrón ascendía a comienzos del año pasado -según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE)- a 294.080 habitantes.

Tras ese anuncio la concesionaria, Eulen, se puso en contacto con los 580 beneficiarios de la teleasistencia en la ciudad para comunicarles que tendría que retirar el dispositivo. En 104 hogares se llegó, de hecho, a desinstalarlo. La condición para conservar el servicio era que los usuarios abonasen cerca de 20 euros mensuales. Esa cantidad -según alertaban entonces las familias- era inasumible para buena parte de los dependientes.

Ante esa situación en 2013 el Concello decidió asumir el coste de la asistencia, que mantiene a día de hoy. En 2014 y 2015 el presupuesto municipal destinaba a este fin 100.000 euros; el de 2016 reserva una partida de 80.000 euros. El número de usuarios ha experimentado también ligeras variaciones. Cuando en 2013 la empresa empezó a retirar los aparatos en Vigo se contabilizaban 580 beneficiarios; en 2014 se bajó a 461 personas y un año después, a principios de 2015, aumentó a 471.

La teleasistencia se implantó hace más de una década y permite a los mayores que superan los 65 años o a discapacitados en situaciones de riesgo seguir viviendo en sus hogares y disfrutar de autonomía, pero con una atención constante. Los asistentes llaman con frecuencia a los usuarios, controlan sus estados de ánimo, sus citas médicas o que consuman los medicamentos que tienen recetados, les felicitan el día de su cumpleaños y santo, se interesan por su estado y dan aviso en situaciones de riesgo.

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