El pleno vigués ya de por sí centrado en materia sanitaria, se celebró ayer precedido por el estremecedor relato de una delegada del Colegio de Enfermería y trabajadora de Urgencias del Cunqueiro que relató con total crudeza las "taras estructurales y de material" que convierten en un "caos" la atención de enfermos en algunos servicios. Alertó de forma específica de los problemas que se encuentran en Urgencias: "Faltan protocolos en la recepción y distribución de pacientes, la situación de caos persiste y el espacio se ha quedado pequeño y aún no ha llegado el invierno", trasladó a los 27 concejales. Liliana Bettremieux, en nombre del colectivo, extendió las "deficiencias estructurales" al servicio de UCI de adultos, UCI pediátrica y al área quirúrgica donde aseguró que "el mayor problema es de suministro de consumibles y fungibles que ahora está en manos externas" y al que se suman los retrasos de esterilización.

Causó gran conmoción al explicar los problemas surgidos en una craneotomía de urgencia. "Surgió a las 14.00 horas, el motor con sierra estaba camino de esterilización, se buscaron procesos alternativos y desesperados, como no llegaba, se hizo una intervención no habitual, se operó con un motor incompleto que en lugar de cortar, fresa el hueso. El paciente quedará con un defecto óseo de por vida innecesario", advirtió a una corporación enmudecida.