"Me aterra la sociedad que va a devenir en el futuro". El director de Cáritas Diocesana Tui-Vigo, Ángel Dorrego, alerta del imparable crecimiento de la brecha social en la comarca de Vigo con la publicación de su memoria de 2014, que recoge un descenso del 8% respecto a 2013 en el número de personas atendidas entre las parroquias y Cáritas Diocesana -de 11.300 a 10.400-, aunque con casos más extremos, lo que llevó a incrementar en un 7% las ayudas económicas de distinta índole -las más demandadas son las de alimentación, vivienda y empleo- hasta los 409.657 euros el pasado año, una cifra que se prevé que aumente considerablemente en 2015, ya que el organismo ha presupuestado 565.000 euros y ampliado la plantilla en tres trabajadoras sociales. "Pese a este esfuerzo, seguimos sin ser capaces de bajar de un mes de espera desde que nos solicitan hasta la primera atención", lamenta Dorrego.

En la radiografía de la pobreza que cada año hace pública, Cáritas identifica un perfil tipo de los solicitantes de ayuda, "personas que como mínimo llevan tres años sin trabajo o empleados de forma precaria", que hace que la pobreza se cronifique hasta lo que Dorrego denomina "desigualdad obscena". El director de Cáritas estuvo acompañado del portavoz de comunicación del Obispado, Alberto Cuevas, y del delegado diocesano de Acción Caritativa y Social, Jaime Barrecheguren.

De las más de 1.800 familias censadas en Cáritas Diocesana, otro dato hace saltar las alarmas entre los responsables del organismo, el aumento de casi un 4% de las familias sin ningún tipo de ingreso en el hogar, que ronda el 24%. La media de ingresos de las familias no llega a los 345 euros al mes -algo más de 4.100 euros al año- y "cada vez son más jóvenes y con más menores a su cargo, siendo el mayor número entre 40 y 44 años. Por regla general, bajo un mismo techo conviven más de dos generaciones como consecuencia de la falta de ingresos.

Respecto a la nacionalidad, tres de cada diez personas atendidas son inmigrantes, de los que un 7% están en situación de irregularidad generada, en la mayoría de casos, como consecuencia de la crisis al perder el trabajo y, posteriormente, el permiso de residencia. "Es un círculo vicioso", alertan desde Cáritas.

Durante la presentación, Dorrego desgranó también el presupuesto de Cáritas en 2014, que ascendió a algo más de 1,5 millones de euros, un 61% financiado por particulares y el resto -el 39%- por administraciones públicas. El máximo responsable de Cáritas destacó que es el "mayor importe recibido" en toda la historia, aunque advirtió de que la ciudadanía ha disminuido sus aportaciones "por miedo a caer en la exclusión". Destacó también que los "ricos no se han integrado en la solidaridad" con Cáritas.

El 90% de los recursos se aplicó en el desarrollo de acciones directas y programas propios de acción social. El organismo prestó atención personalizada y acompañamiento a 1.662 personas, otorgó más de 220.000 euros en ayudas de alimentación o 112.000 de vivienda. Asimismo, más de 730 personas acudieron al servicio de orientación laboral, consiguiendo 286 un empleo en el que continúan a día de hoy. También se formaron 150 alumnos gracias a cursos de formación y prácticas en empresas. Cáritas presta también servicio de asesoramiento jurídico -400 personas-, apoyo psicológico -69 personas- y acompañamientos de salud.