La unidad recibió en 2013 un total de 48 nuevos casos de trastornos del comportamiento alimentario, que va desde la obesidad a la desnutrición. El año pasado ascendió a 75. El 70% se cura y el resto, puede cronificarse. La mayoría se tratan de forma ambulatoria, con seguimiento continuo desde la unidad y el apoyo de Psicología, Dietética y, si es necesario, salud mental. Los graves, cuando alcanzan la inestabilidad hemodinámica, hay que ingresarlos. "Si el organismo no tiene nutrientes, consume músculo, como el corazón", ilustra la doctora Ana Lia. Tienen pocos. Nueve en el último año. Pero son largos porque la reeducación alimentaria lleva tiempo. Hasta ahora, los hospitalizaban en camas de escolares. El nuevo hospital tendrá 4 adaptadas a sus necesidades: individuales, con cerraduras en el baño, con código en el televisor para que pueda ser usado como premio...