El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer a la candidata popular al Concello de Vigo, Elena Muñoz, como "la única esperanza de unidad en Vigo y de apartar la crispación de la vida política". "El PP es la única posibilidad de tener un Concello amable y una alcaldesa que no insulta, sino que propone; que no discrimina, sino suma", insistió el responsable de San Caetano durante un acto del PP en Bembrive. A la cita acudió también la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien destacó a Muñoz como una candidata "excepcional": "Es humilde, trabajadora, capacitada y con formación", resaltó Pastor antes de subrayar el "gran proyecto para la ciudad" del PP, en el que se "priorizan" -entre otros puntos- empleo y competitividad. "Vigo se la juega a ser una ciudad abierta, moderna, atractiva y de oportunidades; o volver a la falta de diálogo y despilfarro", concluyó. La titular de Fomento también lamentó la "prepotencia" de Caballero.

"Hay muchos ciudadanos de Vigo que nos reclaman que nos preocupemos de resolver problemas y no de crearlos, de unir y cohesionar a la sociedad y no dividirla", remarcó el presidente de la Xunta, y advirtió: "Vigo no crece aislada, sino porque hay un Gobierno del PP que trajo el tren de alta velocidad a la ciudad, hizo la estación de AVE más grande de Galicia y ahora amplía Rande".

Ante los integrantes de la candidatura de Muñoz; el aspirante del PP a alcalde pedáneo de Bembrive, José Cabaleiro; y nombres destacados del partido, como los ex alcaldes populares Manuel Pérez y Corina Porro; el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves; o la delegada de la Xunta, María José Bravo Bosch, Feijóo lamentó que Caballero "no facilitó el consenso" para el AVE o el transporte metropolitano. El responsable autonómico llegó incluso a achacar al socialista el intento de "boicotear" el hospital. "Está obsesionado con Feijóo", concluyó el presidente gallego, antes de censurar la "autocracia" de Caballero, a quien afeó su "obsesión por el ego", "división" y "crispación" . A esos valores contrapuso la "unidad" y "consenso" que -asegura el popular- encarna Muñoz. "Es amable, sin nada que ocultar ni ningún cuñado en una concesionaria en Vigo", zanjó.

El segundo gran argumento que esgrimió ante el electorado en Bembrive fue el esfuerzo inversor del Gobierno central y gallego en Vigo -en el que subrayó, con especial énfasis, el nuevo hospital de Beade-, una gestión que contrapuso con la oleada de humanizaciones del Concello. "Vigo no vive por tener una rotonda con un barco en medio; en la ciudad no vivimos de las macetas y aceras, sino de la automoción, el naval, las conexiones, la alta velocidad o los servicios públicos", apostilló el alto cargo popular, quien citó actuaciones de la Xunta en varios sectores, como las negociaciones para dotar de encargos a Citroën o el naval.

En los últimos minutos de su discurso, Feijóo previno de los "partidos de mareas, que suben y bajan; de coaliciones indescifrables, militantes rebotados, grupúsculos escindidos, líderes mediáticos que se desinflan y discursos populistas". Ya a la salida del acto y a preguntas de los periodistas, citó directamente a Podemos, partido que -valoró- "está dejando la política antisistema y radical" para acercarse al PSOE. También urgió que "al alcalde los elijan los vecinos, no los concejales". "Va siendo hora".