El verano se acerca. La primavera regala su visión más positiva. Los termómetros vigueses registraron en la jornada del lunes sus temperaturas más altas del año. En la ciudad olívica el mercurio llegó a marcar los 30 grados, un dato idóneo que se convierte en el mejor aliado para enfundarse la ropa de baño, coger la toalla y la sombrilla y disfrutar de las hermosas playas que hay en Vigo y alrededores.

Este ha sido el plan habitual en las Rías Baixas. Lógicamente de aquellos que sí pudieron combatir el calor con un día en la playa. Los gallegos aprovechan y se dan los primeros chapuzones de una primavera que, todo hace indicar, que permitirá acercarse a nuestros arenales en más de una ocasión. La ´Operación Bikini´ acaba de comenzar.