El tráfico en la vía rápida do Morrazo consolida su cambio de tendencia al encadenar en 2014 el segundo año de crecimiento, y lo cruzan más vehículos de los que circulan por los viales de alta capacidad de O Salnés (AG-41) y Barbanza (AG-11), corredores ya convertidos hace tiempo en autovías. La carretera a Cangas y Moaña registró una media de 14.700 automóviles diarios en los últimos doce meses, según los datos de la Xunta, lo que supone un 1% más que en 2013 y medio millar más de coches que los que la utilizaban por jornada a lo largo de 2012. El corredor se mantiene por encima de tres de las cuatro autovías en concesión de la Xunta. Solo la que une Santiago con Brión (la AG-56) -antes unidos por una carretera convencional- está por encima con 17.460 automóviles al día en 2014. Pese al elevado tráfico en el vial morracense y los frecuentes atascos que soporta en verano -con picos superiores a 20.000 coches en agosto por los desplazamientos masivos a las playas-, la ampliación, planteada ya hace más de un lustro aún espera su comienzo. La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, aseguró hace unos días que arrancará en 2015. Faltan por entregar los proyectos constructivos de los tres tramos en que se ha dividido, lo que ocurrirá previsiblemente este mes, así como expropiar, licitar y contratar las obras.
El tránsito por el corredor alcanzó su techo histórico en 2009 tras un crecimiento ininterrumpido desde su apertura en 2005. Hace cinco años alcanzó un promedio de 16.949 vehículos al día, con puntas de 22.500 en agosto, lo que ponía de manifiesto la necesidad de convertirlo en autovía, como se había planteado ya desde el principio. La Xunta convocó un concurso para acometer el desdoblamiento a través de una concesión, pero no se presentaron ofertas que cumpliesen los requisitos y a finales de diciembre de 2011 la consellería lo declaró desierto. Desde entonces los avances han sido lentos. A mediados de 2013 se adjudicó el proyecto constructivo del primero de los tres tramos, y posteriormente los otros dos hasta completar los 11 kilómetros de recorrido entre Rande y la salida hacia Cangas.
La obra está presupuestada en más de 40 millones. En el presupuesto autonómico se han reservado dos, una cifra cuarenta veces menor a la que se invertirá en la autovía de la Costa da Morte.
Pese a que el tráfico bajó en el corredor morracense a partir de 2009, durante estos años siempre ha estado por encima del que han registrado las autovías de O Salnés y Barbanza. Los viales en concesión de la Xunta, incluido el de Santiago a Brión y el de conexión entre Celanova (AG-31) y la autovía de las Rías Baixas, perdieron en conjunto en dos años cerca de 5.900 vehículos al día. Además su intensidad media está muy por debajo de las previsiones de los contratos con las empresas concesionarias, a las que la Administración paga un peaje en la sombra. El gobierno gallego tuvo que aprobar en diciembre una inyección anual de siete millones de euros para evitar la quiebra de las concesionarias de O Salnés, Barbanza y Celanova, ya que registran un 40% menos del tráfico estimado en los contratos.
En 2014 se incrementó el tráfico en las autovías, según los datos facilitados por la Xunta. La que mejor comportamiento obtuvo fue la de Santiago a Brión, con un 5,7% de aumento, mientras por detrás se situó la de O Salnés, con un 2,64% y 13.558 automóviles diarios. Por la de O Barbanza pasaron 12.168, un 0,96% más que el año anterior. El tráfico en la de Celanova está muy por debajo de esas cifras, con menos de 4.000 coches al día.
Además del morracense existen otros dos corredores autonómicos, el de Brión a Noia, inaugurado en febrero de 2011, y el de Goián a A Guarda, cuya apertura se produjo en julio del año pasado. El primero de ellos fue el único vial que registró un descenso en los últimos doce meses, con 9.200 vehículos al día, medio millar menos que en 2013. Por el tramo de Goián pasaron 6.388 en sus primeros cinco meses de funcionamiento.
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Rande, a punto de iniciarse la ampliación, también sube
- Mientras el Corredor do Morrazo está pendiente de la entrega de los proyectos constructivos, la puesta en marcha de las obras de ampliación de Rande es inminente. Audasa, concesionaria de la autopista, las ha adjudicado a Dragados y Puentes y Calzadas por 130 millones y el contrato, supervisado por el Ministerio de Fomento, ya se ha firmado. Al igual que en el corredor, el tráfico en el puente ha experimentado un aumento revirtiendo una tendencia a la baja que en su caso se prolonga desde 2007, cuando alcanzó su máximo histórico de 60.831 vehículos diarios. La bajada tocó fondo en 2013, colocándose la intensidad media en 52.100, y este año se ha producido un ligero aumento hasta superarse los 52.300. Solo en junio y agosto hubo bajadas respecto a 2013. En diciembre el incremento fue del 3,76%.
