El relato de los hechos por parte de Jeanet Miño ante el juzgado de guardia el 10 de octubre de 2007 da una idea de la violenta situación vivida en la oficia diplomática de la calle Marqués de Valladares. "Esta mañana llegó al consulado una señora designada como nueva cónsul pero las cosas no estaban claras porque no había comunicación oficial clara de ello y ni siquiera la Embajada de Venezuela en Madrid tenía conocimiento de la designación de esta señora", explicó la hasta entonces representante venezolana en Vigo. Jeanet Miño declaró también que propuso a Belkys Llamira un plazo de dos días para informar a Madrid y entregarle el consulado. "Empezó a insultar diciendo que era una vergüenza la representación que tenía el país en Vigo y dijo que estaba robando en el consulado", narra en la declaración judicial. Según su versión, la nueva diplomática llegó acompañada de tres personas que dijeron ser abogados y ciudadanos venezolanos, aunque no se identificaron. "La desalojaron del despacho sin utilizar violencia física, pero coaccionándola e intimidando", añade el acta de denuncia verbal.

Cámara de fotos

A continuación, Jeanet Miño explicó que mandó a buscar una cámara y fotografió a las personas que no se querían identificar. "Cuando se percataron de que había hecho fotos, se echaron encima ordenándoles Belkys Llamira que le quitaran la cámara. Le golpearon en un brazo, en las dos piernas, en un seno, forcejaron para quitarle la cámara, la tiraron al suelo y se desmayó, todo ello ante el público y el personal del consulado que es testigo de ello", relató la mujer.

Siempre según la declaración prestada en el Juzgado de Instrucción número 6 de Vigo, estaban presentes el vicecónsul y tres empleados de la oficina, además de varias personas que habían acudido aquel día para realizar gestiones administrativas en el consulado.