El primero de los dos multamóvil pasa a la historia. Tras una década en funcionamiento -se estrenó en 2004- la Concejalía de Tráfico ha decidido no comprar un nuevo vehículo después de haberlo apartado de la vigilancia hace unos meses por sucesivas averías. "La situación del tráfico es buena actualmente, por lo que no vemos necesario reponer este coche. Con uno es suficiente", aseguran fuentes oficiales del gobierno local.

La retirada de uno de los dos visual car ha comenzado ya a notarse en el nivel de denuncias, que vuelve a reducirse en 2013 tras varios años de caída. Según datos aportados por el Concello, en el último ejercicio se fotografiaron una media de 37 infractores diarios, 13 menos que en 2012. Esta tendencia a la baja se repite al menos desde 2009, cuando había 100 multas cada día. En 2010 bajó a 94; y en 2011 se situó en poco más de 60.

El primer multamóvil que ya no se repondrá y que está ligado a la concesión de la grúa municipal (el segundo está dentro del contrato de la "zona azul") estuvo marcado por la polémica en sus inicios. Las constantes denuncias de una asociación obligaron al Concello a cambiar incluso la forma que tenía de sancionar a los vehículos mal estacionados para no incurrir en una ilegalidad por no notificar la denuncia al infractor. Esta situación llevó incluso al gobierno local a meter el coche en el congelador casi dos meses, tiempo en que los servicios jurídicos municipales tardaron en encontrar los mecanismos legales para que pudiera seguir patrullando.

A este obstáculo se le sumaron luego averías puntuales que lo dejaron fuera de juego en varias ocasiones. El primer multamóvil tuvo que ser apartado incluso temporalmente por no haber pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Por este motivo la Dirección General de Tráfico le abrió un expediente. Fue en 2008 y se emitió una sanción al respecto por no haber incluido en la ficha técnica las dos cámaras con las que fotografiaba a los vehículos infractores. Los responsables de la ITV rechazaron también el tintado de los cristales.

Tras esta cascada de problemas que el gobierno local fue solucionando poco a poco, en 2008 puso en funcionamiento el segundo multamóvil que será ahora el único que haya en Vigo y que cumple ya seis año en marcha.

Reducción de multas

La presencia de dos vehículos sancionadores no disparó el número de denuncias, sino que éstas incluso se fueron reduciendo con el paso de los año. El récord está en 2005. Un año después de la puesta en marcha del primer vehículo se denunció a más de 37.000 coches mal aparcados; en 2012, con los dos visual car a pleno rendimiento, hubo solo 18.400 sanciones.

La concienciación ciudadana y la crisis económica están en buena parte detrás de este descenso. Pero también la humanización de calles de los últimos años ha contribuido a esta bajada. La apuesta por ampliar aceras y dejar viales de un solo carril -como por ejemplo en el entorno de Povisa- hace prácticamente imposible dejar el coche en doble fila, una de las infracciones que más cazaban los "multamóviles".

De hecho, la doble fila ya no está ni siquiera en el primer lugar de las sanciones del multamóvil. La zona mas alta del ranking la ocupan los automóviles que estacionan en carga y descarga. Según datos de la Concejalía de Tráfico, hasta noviembre del año pasado se fotografiaron casi 2.600. Le sigue la parada en doble fila sin conductor (2.083); aparcar sobre la acera (2.074) y dejar el coche en una parada reservada para el transporte público (1.913).

Y aunque el principal cometido del multamóvil es el de vigilar y denunciar a los conductores que dejan mal aparcados sus vehículos, la Policía Local lo emplea también, por ejemplo, para recuperar coches robados. Las cámaras y el sistema informático que lleva el visual car está preparado para detectar de forma automática la matrícula de cualquier automóvil robado que esté incluida en el sistema.