Freire inició ayer una carrera contrarreloj para terminar la sujeción del casco del buque construido por Navantia a la cubierta del Blue Marlin, el carguero que lo embarcó en la operación desarrollada el martes en la Ría de Vigo y que en los próximos días zarpará rumbo Australia. Para concluir el trabajo encargado por la naviera del semisumergible, Dockwise, en el plazo comprometido de seis días, el astillero vigués destinará cien operarios que trabajarán en dos turnos entre las 6.30 y las 23.30 horas, incluido este fin de semana. Al final de su misión habrán empleado más de 700 toneladas de acero en el apuntalamiento del Adelaide, que pesa 20.000.

Después de que el miércoles dedicaran todo el día a cargar material y maquinaria a bordo del carguero atracado en la Estación Marítima, los trabajadores de Freire comenzaron ayer a colocar las sujeciones. Para organizar el despliegue de soldadores "de alta cualificación" -como destacan desde el astillero-, a lo largo del barco se colocaron planos que indican el grupo de operarios asignados y el tipo de estructura que deben colocar.

Y son muchas fijaciones, de diferentes tamaños y formas. En concreto, soldarán a la cubierta del Blue Marlin 44 puntales a cada costado del Adelaide; seis apoyos específicos a ambos lados de la proa y de la popa; y otras doce sujeciones también a ambos lados de la quilla, la parte más baja del buque anfibio militar de 230 metros de eslora.

Como reiteran desde Navantia, "un buen apuntalamiento es clave para realizar una travesía tan larga, de 55 días, con seguridad". Para el veterano astillero de Bouzas el encargo no entraña especial dificultad. El principal inconveniente radica en ejecutarlo en un plazo de tiempo tan corto. En verano de 2012, cuando el mismo carguero embarcó al gemelo del Adelaide, el Canberra, en una accidentada maniobra en el Puerto Exterior de A Coruña en Langosteira, los soldadores contratados entonces tardaron 15 días, aunque en parte por culpa de la reparación de los daños estructurales sufridos en el buque de Dockwise.

La lluvia es otro factor que podría complicar la terminación del trabajo el próximo martes. "Con agua no podemos soldar", recuerda un operario de Freire. Por esta razón el astillero cubrió ayer con lonas algunas secciones de trabajo ante la previsión mal tiempo.