-¿Cuánta carga entra en la actualidad por Leixões (la terminal portuaria de Oporto) por la lentitud del procedimiento en Vigo?

-Se está llevando una parte muy importante. Es que el Puerto de Vigo necesita mejorar su imagen desde el punto de vista de ofrecer a los operadores la visión de que es un puerto ágil y que funciona bien. Entonces, en ese contexto la VU no es la varita mágica, aunque puede ayudar mucho a animar a los operadores a que vuelvan a trabajar con el puerto vigués. Lo que ocurre ahora es que el Puerto de Vigo tiene muy mala fama. Aunque el PIF esté funcionando bien hay gente por el mundo adelante que no importa por Vigo por lo que escucha que ha pasado. Y hay que revertir la situación. Y en este sentido el Puerto de Vigo está trabajando muy bien, prueba de ello es todo este trabajo.

-¿Quiere decir que si algunos operadores siguen trabajando con la terminal lusa es por la mala fama de Vigo?

-Es que ahora mismo es una cuestión más de imagen que de mal funcionamiento real. Porque el Puerto de Vigo está funcionando francamente bien en cuanto a agilidad. Salvo casos puntuales, en 48 horas máximo se cumplen todos los trámites de importación. Y repito, con la VU conseguiríamos agilizarlo todavía más. Y ya no sería cuestión solo de agilidad sino de reducción de trámites y de costes burocráticos.

-¿Ganaría nuevos tráficos?

-Probablemente. El Puerto necesita que su superficie no sea un almacén; que llegue la mercancía y se marche cuanto antes. Para ello los organismos que estamos implicados en ese procedimiento tenemos que tratar de comprimir el tiempo para que salga la carga cuanto antes de allí. Cuanto más pronto se vaya el contenedor de la terminal más ágil será el puerto y más tráficos captará. Entonces será cuando la competencia de Leixões dejará de tener tanta trascendencia. Y no es que ahora el Puerto no sea ágil, sino que ha perdido esta imagen. Hoy funciona bien pero podemos mejorar y creo que tenemos que trasladar un cambio de imagen. Y la VU ayudará a eso.