Más del 70% del millar de monumentos de Morelia están afectados por grafitis. Las pintadas invaden las fachadas de la Catedral o el Acueducto, dos de los referentes de un centro histórico construido durante la época colonial con la roca natural de la zona, la denominada "Cantera de Morelia" y de un característico color rosado. Investigadores de Vigo han desarrollado un innovador método de limpieza con láser en colaboración con expertos de la Universidad Michoacana para retirar por completo la pintura sin dañar la piedra de este conjunto declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1991.

El sistema ha sido diseñado por el grupo de Aplicaciones Industriales de los Láseres, dirigido por Juan Pou, y además de ser presentado en varios congresos ya ha atraído el interés de la revista científica internacional Optics and Lasers in Engineering, así como de Industrial Lasers Solutions in Manufacturing, una publicación de divulgación muy seguida en el sector.

La colaboración con Morelia partió del profesor de la Universidad Michoacana Amadeo Sánchez, de la Facultad de Ingeniería Mecánica, que anteriormente había realizado su tesis doctoral en el laboratorio vigués. Tras unos ensayos preliminares en el campus de As Lagoas, el profesor Félix Quintero viajó a México y regresó con nuevas muestras de esta piedra científicamente denominada ignimbrita para llevar a cabo un estudio más exhaustivo. En total, se realizaron más de 400 ensayos hasta establecer el método idóneo.

"La zona histórica está bastante afectada por grafitis, pero utilizan técnicas bastante rústicas para retirarlos como el cincel, que daña la piedra. También aplican el chorreo con agua y arena y unos cepillos de púas metálicas que van arrancando material. Otra alternativa son los disolventes químicos pero la piedra es un poco porosa y pierde su color original, además de que la pintura no es eliminada totalmente", explica Quintero.

Frente a estas técnicas que suponen al ayuntamiento de Morelia grandes inversiones cada año, la solución viguesa utiliza un láser de diodo de alta potencia -similar al de cualquier lector de DVD pero con una potencia más de un millón de veces superior- y un método específico de aplicación que supera la eficacia de otros sistemas también basados en láseres.

"Grupos de Italia y Alemania han trabajado con otro tipo de láseres y emisiones muy diferentes a partir de pulsos muy cortos. Nosotros utilizamos una emisión continua y un par de pasadas. Hemos demostrado que es el método ideal", destaca Quintero.

Los ingenieros vigueses han buscado una solución única para todos los colores: "Lo fundamental es conseguir que la pintura absorba la radiación del láser porque, de lo contrario, lo hace la piedra y es el calentamiento de ésta la que elimina el grafiti. Aunque es infrarrojo, nuestro láser tiene una longitud de onda parecida a la de la radiación visible y los colores más oscuros, como el rojo y el negro, son los más fáciles de eliminar frente al amarillo o el verde claro".