Los locales de Príncipe, como principal calle comercial de la ciudad, y Rosalía de Castro y Areal, como punto neurálgico de restauración y ocio nocturno, siguen siendo unos de los más demandadas de la ciudad. Sin embargo, estas millas de oro han tenido que rebajar sus pretensiones para adecuarse a una caída de la demanda de la que no salen indemnes. Un estudio realizado por la sociedad de tasación TecniTasa revela que el precio de estos locales es de 4.000 euros por metro cuadrado, un tercio menos que hace siete años. No es una situación exclusiva de la urbe viguesa, sino que este descenso está en la media del registrado en las grandes zonas comerciales españolas.

"Antes era prácticamente imposible encontrar un local vacío en Príncipe. El que quedaba libre se ocupaba rápidamente y se pagaba a precio de oro". Esta es la radiografía que Josué Gándara, de la Inmobiliaria Doval, hace de la calle comercial por excelencia, antes de la crisis. Hoy, las cosas han cambiado. Los dueños han tenido que rebajar los precios para adecuarse a las posibilidades de la demanda y los que no lo hacen o sus inmuebles requieren reformas, no les encuentran salida. Esta mayor disponibilidad de espacios a menor precio la han aprovechado comercios que estaban situados en su periferia para introducirse en el meollo y algunos que ya estaban en el eje principal, para mejorar su posición. Gándara añade que las perpendiculares a Príncipe, más baratas, "están funcionando muy bien". Aunque aquí el mercado es mayoritariamente de alquiler, sigue habiendo compras porque "son inversores que buscan rentabilidad y esta es una apuesta segura". Una de las prácticas que está en auge es la venta de locales con inquilino, ya que la rentabilidad supera el 4%.

Los comerciantes de Príncipe confirman también la reducción de los precios de alquiler y sostienen que puede ser mayor que el de venta y alcanzar un 40%. En las calles aledañas, calculan que la rebaja ya alcanza el 50%. Además, se han convertido en habituales los "ajustes temporales" de la renta para evitar que el arrendatario abandone el local.

Para Jesús Alonso, de la delegación de TecniTasa en Vigo, la caída de precios en la calle Rosalía de Castro se debe a que estaban "demasiado altos" y ahora se han ajustado a la realidad. En la calle Areal, pinta diferentes situaciones por tramos. La zona más próxima a la plaza de Compostela aguanta el tipo, mientras que las propiedades del otro extremo se han devaluado "bastante". Por otra parte, la estación provisional de Guixar ha contribuido a "animar" la zona.

Zonas comerciales de otras ciudades, como las de Barcelona, Valencia o Salamanca, han soportado peor el embiste y los valores de sus inmuebles se han desplomado por encima del 45%. Los locales de Madrid y Santander, sin embargo, no han tenido que reducir ni un euro.