Después de casi cuatro años recorriendo el planeta, las reliquias de Don Juan Bosco llegarán a Vigo este miércoles tras su parada en Ourense, donde ayer fueron recibidas por más de doscientos jóvenes y autoridades y la Real Banda de Gaitas. La réplica de la imagen que se halla en la basílica María Auxiliadora de Turín (Italia) comenzó su viaje en abril de 2009 para festejar el 150 aniversario de la congregación y no lo concluirá hasta 2015, coincidiendo con el bicentenario de su nacimiento. La figura contiene, en una caja lacrada al nivel de su pecho, una de las manos del santo.

El día 23 por la mañana las reliquias entrarán por la calle García Barbón escoltadas por la Policía Local para continuar por Policarpo Sanz, Paseo de Alfonso XII y Ronda de Don Bosco, estando prevista su llegada al colegio Salesianos a las 11.00 horas. Los alumnos de los tres centros de enseñanza (María Auxiliadora, Hogar y Salesianas de Coia) serán los primeros en darles la bienvenida. Luego la réplica pasará al santuario de María Auxiliadora y, ya a las 20.45 horas, en el teatro Salesianos, Luis Espada, valedor do cidadán, pronunciará una conferencia a la que le seguirá un concierto del Coro Clásico de Vigo. La basílica estará abierta a los fieles hasta el jueves, celebrándose ese día una misa cada hora (desde las 8.00 a las 22.00 horas) y a partir de las 22.30 horas una adoración nocturna.

A las 10.00 horas del viernes la réplica será despedida en el patio y emprenderá su viaje hacia A Coruña. "Vigo le está esperando consciente de la importancia espiritual y pastoral que este encuentro supone para todos", explica la familia salesiana viguesa, que tiene la esperanza de que su presencia "aumente el conocimiento de Don Juan Bosco, su amor y la ilusión de seguir trabajando siguiendo sus huellas".

Su llegada a España se produjo el 1 de mayo en Bilbao y no abandonará el país hasta el 11 de noviembre vía Barcelona. La iniciativa de este viaje, que ya ha atravesado América, Oceanía, Asia y el centro de África, partió del rector mayor de la congregación salesiana, Pascual Chávez, quien quiso que "una reliquia significativa del santo" visitase toda la congregación para "fortalecer la vida cristiana y renovar el compromiso de trabajar en medio de la juventud más necesitada".

Encuentro

Este domingo, coincidiendo con la festividad de María Auxiliadora, la asociación de antiguos alumnos de este colegio en Vigo se reúnen en una misa y ofrenda floral a la virgen a las 12.00 horas. Posteriormente celebrarán una comida de confraternidad a las 14.00 horas en el Hotel Coia.

Al amparo de una "piadosa señora"

Justo a tiempo para tomar las uvas de Nochevieja, el 29 de diciembre de 1894, llegaron a Vigo los salesianos don Matías Buil Grau y el clérigo Jesús Carballo. Estos se alojaron en una fonda, pero inmediatamente su lugar de destino fue el Areal pues "una piadosa señora había conseguido desalojar de allí a los protestantes, comprando la casa y el templo y abriendo una escuela católica, al frente de la cual y siguiendo los deseos del señor obispo, se pusieron los salesianos", donde años más tarde fundaron la parroquia del Sagrado Corazón. No fue hasta 1898 cuando se trasladaron al colegio de La Ronda, pero sin dejar la parroquia del Areal, donde permanecieron hasta el año 1947.

Esta primera ubicación chocaba con la propuesta que un bienhechor había realizado a la orden en 1982, pues según informó FARO el 7 de febrero de ese mismo año, el benefactor había comprado unos terrenos en la calle Progreso para la construcción de un colegio. Sin embargo, según rezaba la información, la donación no era sencilla, "con la falta de personal del que hasta ahora carecen los institutos salesianos y con la duda de si podrá ser factible esta importante institución entre nosotros". La respuesta de Don Bosco fue clara, "Las muchas casas que tenemos en Italia, Francia y América y las recién establecidas en Utrera y Barcelona nos han agotado el personal disponible y no nos es posible atender por ahora a la solicitud".

El propio artículo hacía constar expresamente el espíritu de estos colegios bajo la protección de San Francisco de Sales, "proporcionar a los jóvenes huérfanos y a los hijos de artesanos y obreros, juntamente con la educación Católica y una apropiada instrucción, los medios de ganarse honradamente la subsistencia mediante el ejercicio de un arte ú oficio".

Para ser admitidos internos en estos talleres salesianos los jóvenes tenía que tener entre 12 y 18 años. Pero no solo eso, "ser huérfanos de padre y madre y no tener quien los cuide, ser pobres de solemnidad y ser sanos, robustos y no tener defectos físicos".