Desde estudiar el porcentaje de éxito en problemas de transplante de riñón o de médula ósea en pacientes con leucemia hasta optimar una ruta de reparto de leche. Son solo algunos de los retos que deben resolver empresas y organismos y que, aunque parezcan muy diferentes, tienen en común el origen de su resolución: la matemática y la estadística aplicadas a la gestión de problemas reales en lo que trabaja la Red Española Matemática-Industria.

La Universidad de Vigo participa en esta red, junto a otros 18 equipos de instituciones académicas, con los grupos de investigación de Educaciones Diferenciales y Simulación Numérica, el Sidor y el de Simulación y Control, a los que pertenecen José Durany, Jacobo de Uña y Lino Álvarez, respectivamente.

Una pieza en la difusión del trabajo de la Red es "Soluciones matemáticas para empresas innovadoras. Catálogo de servicios ofertados por investigadores españoles", una publicación que identifica la oferta investigadora por sectores y la demanda empresarial de técnicas matemáticas. "Mediante métodos matemáticos, numéricos, estadísticos o computacionales, los investigadores pueden optimar procesos, reducir costes, mejorar la calidad de los productos o aumentar la seguridad", señala Durany.

Por su parte, De Uña está convencido de que la relación entre matemáticas y mundo empresarial se va incrementando de tal manera que la materia "pronto será considerada como parte rutinaria de nuestro día a día laboral, aunque es necesario el apoyo institucional". Todo esto favorece un cambio en la imagen de los matemáticos, antes considerados como "seres raros encerrados en sus despachos, pensando en teorías abstractas que no sirven para nada", según Durany.

Así, y como un nuevo ejemplo de las aplicaciones a la vida real, son capaces de obtener el perfil óptimo de la temperatura del vapor de agua en el interior de un autoclave para esterilizar latas de atún maximizando la retención de nutrientes y minimizando el consumo energético.