"Galicia no nació volcada hacia los territorios más dinámicos y ahora es el momento de consolidar el nuevo Vigo de la modernidad, capaz de romper con esas estructuras políticas e institucionales de hace 35 años y de liderar desde aquí el futuro económico y social de la comunidad". Abel Caballero apostó ayer por un nuevo modelo territorial que atienda a las capacidades y empuje de cada comarca en lugar de guiarse "por las pautas desfasadas" de lo que definió como "la vieja Galicia". Invitado por el Club FARO, el candidato del PSOE desgranó su proyecto político para los próximos cuatro años y además de la autoidentificación de la ciudad se fijó otras dos prioridades: el desarrollo del Plan Xeral para poner en el mercado vivienda de promoción pública y la creación de empleo, con especial atención a los más jóvenes y a las mujeres.

Más de doscientas personas abarrotaron el recinto de Areal para escuchar las propuestas de futuro de Caballero, presentado por su número dos, Carmela Silva, y arropado por la mayor parte de su candidatura, diputados y el portavoz del partido en el Parlamento. La presidenta de Zona Franca, de la Federación de Comerciantes de Vigo, el Valedor do Cidadán y el director general de Acuanorte asistieron también a la charla, en la que el candidato defendió al PSOE como el único capaz de garantizar "la defensa de los intereses de la ciudad frente al antiviguismo de Feijóo y de su candidata – en alusión a Porro–".

Caballero argumentó sus críticas recordando el papel jugado por el actual Ejecutivo gallego y el PP de Vigo en el proceso de fusión de las cajas, la ampliación del puente de Rande, el AVE directo a Madrid o el reparto de conexiones aéreas. "Se situaron en contra de esta ciudad", denunció el alcaldable socialista, que frente a este comportamiento defendió un modelo de ciudad basado en "garantizar la independencia y la atención a las necesidades de Vigo por encima de los intereses de partido. Hay que acabar con las alcaldías de postureo y ser conscientes de que en estos cuatro años se necesita capacidad para liderar la recuperación económica no solo del área de Vigo, sino también de la comunidad".

Caballero apostó por lograr un mayor poder decisorio para la ciudad en el conjunto de Galicia y por un papel más activo del Concello en sectores estratégicos como la pesca, el naval, los servicios, la Universidad o los proyectos de I+D. La primera de las siete veces que lo interrumpieron los aplausos de los asistentes fue cuando se comprometió a continuar con su política de humanizaciones en las parroquias para consolidar su filosofía de que "todos los vigueses son ciudadanos de primera".

Pero sin duda fue la sanidad el tema que despertó mayor interés entre el público. El cabeza de lista del PSOE se posicionó a favor de que "sean los profesionales los que decidan cuándo hay que recetar genéricos" y se comprometió a reforzar las políticas sociales y a mantener activa desde el gobierno local "una demanda permanente hasta lograr un hospital 100% público y una sanidad de calidad. Queremos el mismo trato para todos los gallegos y no el que nos pretende imponer esa vieja Galicia en materia sanitaria y cultural, dando a Vigo 18 millones para su Auditorio y 400 a Santiago para la Cidade da Cultura".

Como lleva insistiendo desde el inicio de la campaña, Caballero asumió la necesidad de dedicar más recursos a la recuperación de la economía y se fijó como prioridad "el reenfocar todo el gobierno municipal hacia la creación de empleo", planteando medidas concretas como siete nuevas guarderías y promover conciertos con empresas para facilitar la conciliación. En materia de vivienda, reafirmó su intención de priorizar la vivienda protegida y advirtió que "en esta ciudad sigue viva la alianza del PP con los especuladores".