"Las obras proyectadas en el muelle de comercio no se ajustan al Plan Especial del Puerto". Éste es el dictamen de la Gerencia de Urbanismo sobre la primera fase del proyecto de la Autoridad Portuaria para abrir al ocio las denominadas naves de la fruta. El informe emitido por la arquitecta municipal el pasado 16 de febrero y al que ha tenido acceso este periódico se muestra "desfavorable" a la construcción de una nueva estación marítima y locales hosteleros en la zona por tratarse de un ámbito no edificable e introducir usos comerciales en un solar que sólo contempla actividades portuarias y de logística.

La rehabilitación del espacio comprendido entre el edificio de la Xunta y la lámina de agua salió a licitación el pasado 19 de enero y días después –1 de febrero– fue remitido a Urbanismo para su valoración. Tras dos semanas de análisis, los técnicos municipales comunicaron el lunes a la Autoridad Portuaria de Vigo que las obras propuestas "no son permisibles, al realizarse en una nave situada en zona donde no está prevista la edificación y no figurar el uso comercial entre los autorizados y tolerados en ese ámbito".

El dictamen del gobierno local aclara que el proyecto exige una modificación del Plan Especial del Puerto al no ajustarse a la actual normativa urbanística. La Autoridad Portuaria podría optar, en su defecto, por introducir cambios en su propuesta original y adaptarla a las recomendaciones municipales para evitar un posible precinto, como el sufrido en febrero en las obras del muelle de trasatlánticos.

En concreto, el informe explicita que el ámbito objeto de análisis "autoriza el uso comercial portuario o de otras actividades portuarias y/o de industria logística, tolerándose el de industria en régimen general, el de estación de servicio de prestación exclusiva a usuarios del Puerto, de oficinas o de avituallamiento de buques", sin mencionar los usos hosteleros ni comerciales.

El proyecto de la Autoridad Portuaria consiste en la reforma de una edificación industrial y su acondicionamiento para uso ciudadano. Su propuesta mantiene las dos naves actuales, introduciendo una entreplanta en la estructura norte y dotando a la edificación de una terraza orientada hacia el mar "con un número indeterminado de locales comerciales, restauración y ocio".

3,4 millones

El presupuesto de la primera fase de la actuación es de 3,4 millones de euros y en su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) figuran 10 meses de obras. Además de reformar el exterior de las naves y acondicionar el entorno próximo al mar, habrá que reformar la cubierta, realizar divisiones interiores e introducir servicios para suministrar a los negocios.

El Puerto estima que las dos fases del proyecto deben estar acabadas en dos años. Intervienen sobre 5.000 metros cuadrados de superficie y entre las dos naves está previsto habilitar un vestíbulo central con un jardín de invierno y fachadas acristaladas. La previsión es construir zonas reservadas en exclusiva para los cruceristas y 32 establecimientos. El diseño de Alberto Cameselle Arquitectos respeta el edificio casi en su totalidad y la mayor novedad que incluye es la terraza, que se habilitará a lo largo de los 174 metros de la fachada norte.

Desde hace un mes las empresas interesadas están presentando sus ofertas, que podrían devolverse para ser revisadas en caso de que se produzcan cambios en el proyecto inicial.