Un robo que hizo disparar las alarmas en los juzgados y que finalmente se quedará sin resolver. El juez ha absuelto a los dos jóvenes acusados de entrar en un despacho del juzgado de guardia y sustraer una caja que contenía efectos incautados en un registro domiciliario de un caso de narcotráfico. La fiscal sostuvo en el juicio que se hicieron con el material para favorecer a un amigo que estaba detenido por esos hechos, por lo que pedía una condena de dos años de cárcel, pero el magistrado afirma que las pruebas no permiten concluir que ellos sean los autores .

El robo se producía en una época en la que los juzgados sufrieron otros sucesos similares, lo que llevó incluso al decanato a pedir que se extremase la vigilancia policial. Este caso se remonta a la mañana del 18 de febrero de 2008, un domingo en el que estaba de guardia el Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo. En los calabozos había un detenido por tráfico de drogas y un grupo de compañeros de éste, entre ellos los ahora absueltos, se encontraban en las instalaciones judiciales. Junto al arrestado, la Guardia Civil trasladó al juzgado el material incautado en la operación: la droga fue inmediatamente guardada en una caja fuerte, pero el resto de los objetos –un ordenador, dos teléfonos, un cargador, bolsas, un cúter y básculas de precisión– permanecieron en una caja en el despacho de la secretaria.

Pasillo

No fue hasta el día siguiente lunes cuando esta profesional se dio cuenta del robo. En el juicio contó que ese domingo vio a un grupo de amigos del arrestado al fondo del pasillo del juzgado de guardia con él –una zona a la que está prohibido el acceso–; en contra de los acusados también estaba que les habían escuchado decir que era fácil cometer una sustracción en esas instalaciones y que les habían grabado entrando y saliendo del edificio judicial, algo que ellos justificaron porque "salían a fumar".

A juicio del titular del Juzgado de lo Penal número 2, contra los imputados "sólo existe un indicio que no se puede calificar de singular prueba probatoria". En la sentencia, en la que sitúa el robo entre las jornadas del domingo y del lunes, atribuye la sustracción a "personas sin identificar" y exculpa a los jóvenes, tal y como habían solicitados sus abogados, que recordaron que por el pasillo donde se encuentra el despacho objeto del robo "pasa mucha gente a diario". Las cámaras de seguridad, además, no grabaron a nadie abandonar los juzgados con una caja de grandes dimensiones.