Se acabó el hacer cola ante la ventanilla para pedir una licencia de obra o esperar durante meses a que el ayuntamiento le pague una factura. En 2010 el papel desaparece por ley de los municipios españoles y la administración electrónica deberá ser una realidad. La empresa Imatia, surgida desde la Universidad, se ha encargado de que quince concellos gallegos estén preparados para el reto. Casi todos los municipios del área metropolitana viguesa, Sanxenxo, Marín y Ferrol han implantado su sistema Cividas, que también han exportado a la Diputación de Pontevedra y a la Junta de Castilla y León y que en breve podría desembarcar en otros países europeos.

El sistema no sólo permite a los vecinos consultar sus expedientes y aportar documentación a cualquier hora desde casa, sino que agiliza la gestión interna y ahorra costes económicos y medioambientales al reducir el uso del papel. Cividas supone el fin de las carpetas que peregrinan de departamento en departamento y permite a los funcionarios que comprueben en tiempo real en su ordenador la fase en la que se encuentra cada proceso y trasmitírselo al ciudadano.

Además aumenta la productividad de los trabajadores y la transparencia. “Se sabe quién hace qué y cuándo. Hay estudios que demuestran que cuanto más se informatiza la Administración más se reduce la corrupción”, destaca Fernando Vázquez, director general de Imatia y profesor de la Universidad.

“La mayoría de ayuntamientos, excepto los grandes, funcionan como las pymes de hace quince o veinte años con lo que el margen de mejora es enorme. Sólo hay aplicaciones de contabilidad y padrón y se trabaja con copias en papel de todo”, apunta Eduardo Carmena, el responsable de Cividas.

El germen fue un proyecto pionero implantado en 2005 en el concello vigués, un año antes del nacimiento de Imatia, que a día de hoy cuenta con sesenta ingenieros contratados. “Las facturas han pasado de cobrarse en seis meses o un año a sesenta días”, ejemplifica Vázquez.

La apuesta de la Comisión Europea por estas tecnologías y la ley española de acceso electrónico de 2007 despertaron el interés de los concellos, que disponen de subvenciones estatales y autonómicas, y la firma sacó al mercado hace un año el sistema Cividas.

Quince concellos ya lo han implantado, aunque sólo Sanxenxo tiene operativa la parte de interacción con los ciudadanos, y la firma viguesa está pendiente de la resolución de concurso en otros municipios.

A pesar de su manejo sencillo, la puesta en marcha pasa por la formación de los funcionarios, cuya respuesta está siendo “buenísima”. “Una cosa que aprendimos durante el proyecto con el ayuntamiento vigués es la necesidad de que el sistema sea flexible. No se trata de controlarlos, partimos de la base de que saben hacer su trabajo”, exponen.

Los expertos destacan que su producto no requiere de grandes recursos económicos.“El mayor reto no es tanto la inversión como el cambio cultural, que no es trivial”, dice Vázquez. Y que también afecta al ciudadano: “Ése será otro reto. Los concellos deberán hacer campañas para que se beneficien del sistema”.