Joaquín Loriga, O Berbés, Teófilo Llorente y Praza de Portugal de entrada, pero la prohibición de hacer botellón afectará con probabilidad a más zonas de la ciudad donde provocan graves molestias a los vecinos. El concejal de Tráfico, Xulio Calviño, afirmó ayer que el concello "intervendrá en los lugares en los que se produzca una alteración de la convivencia", y apuntó ya a Montero Ríos, donde también se producen concentraciones multitudinarias las noches de los fines de semana. La ordenanza incluye sanciones para los dueños de los locales que permitan a sus clientes sacar las bebidas a la calle y consumirlas frente a sus establecimientos. "Actuaremos contra quienes hagan botellón en esos lugares, y contra quienes sean corresponsables", comentó el edil.

El gobierno local declarará "protegidas" las zonas donde las fiestas nocturnas se consideren incompatibles con el descanso de los residentes. "Lo haremos progresivamente. Habrá intervenciones todos los fines de semana con medios policiales y voluntariado", expuso el concejal al valorar la ordenanza aprobada el lunes en la junta de gobierno. La normativa en trámite establece multas de 350 a 3.000 euros por hacer botellón en lugares donde esté prohibido y por realizar conductas incívicas como actos de vandalismo.

Calviño descartó que vaya a haber un botellódromo en Vigo y sostuvo que, con la aplicación de la ordenanza -prevista para marzo-, "se va a producir una reducción del fenómeno". Sobre la posibilidad de eliminarlo en la Praza da Estrela, donde se producen las mayores concentraciones los fines de semana, señaló que "se estudiarán las circunstancias", si bien mantuvo que también ahí descenderá el número de participantes.

El edil justificó la aprobación de la ordenanza municipal "porque no se puede esperar a la ley de la Xunta, ya que hay vecinos que están destrozados".