Hace cuatro años se empeñó en que los recién nacidos no tenían que venir con un pan debajo del brazo, sino con una canastilla. Mara Rodríguez apostó por un negocio pionero en la ciudad. Ahora envía cada año en torno a cinco mil cestas personalizadas y totalmente equipadas para los primeros gateos de un bebé. Sus clientes se dispersan por toda España y parte del extranjero. Esta joven diseñadora viguesa presume de haber exportado su producto hasta en una decena de países. Reino Unido, Venezuela, Estados Unidos o Sudáfrica son sólo algunos.

Body, porta chupetes, babero, termómetro, ositos, patucos... casi todos los complementos que componen las canastillas están fabricados o diseñados por ella y sus socias de Canastillas Mi Bebé. Todo lo realizan en un pequeño taller en el centro de Vigo y una entreplanta de un edificio, donde está su "escaparate" de cara al público. En cada cesta incluyen además un pergamino con el significado del nombre de los bebés, además de bordarlo en varios complementos.

La originalidad de las cestas llega incluso a las perchas de madera que incluyen. "Nos las hacen en exclusiva los niños del taller de madera del Hogar de San Rafael", explica.

Su negocio empezó en tiempo de crisis. "Estaba en paro y veía cómo mis amigas comenzaban a tener hijos y sólo les regalaban flores. Entonces se me ocurrió la idea. Canastillas personalizadas y entrega a domicilio. Es algo útil y que hace mucha ilusión a la madres. Se quedan boquiabiertas", presume Mara Rodríguez.

El precio de las canastillas oscila entre los 35 euros de las más baratas hasta los 350 de las más caras. Su éxito sorprende a su propia diseñadora. Una conocida empresa de productos para bebé comenzará a ofertar en pocos días sus canastillas.

Infanta Leonor

Rosas para niñas, y azules para niños. Y, cuando no se sabe el sexo del bebé, apuesta por el blanco. Éste fue el color que tuvo que emplear para un recién nacida Real. La princesa Letizia también recibió una canastilla para la infanta Leonor. "Nos la encargó una persona que nos pidió la máxima confidencialidad y no nos dijo para quien era hasta el último momento. La tuvimos que hacer en blanco y sin el nombre bordado, pues no se sabía como se iba a llamar", recuerda Mara Rodríguez.

La mayoría de sus clientes son empresas, que optan por este regalo para sus empleados. Las reservas suelen hacerse con una semana de antelación al nacimiento del bebé. Aún así, Mara Rodríguez asegura que en 24 horas y en Vigo puede confeccionar una canastilla y entregarla a su destinataria.