El doctor Julio González-Babé Ozores, ex director de la clínica Fátima y ex presidente del Ilustre Colegio de Médicos de Pontevedra hasta septiembre de 2005, falleció ayer en Vigo después de varios días de convalecencia ingresado por problemas de corazón. Familiares y compañeros de profesión lamentan la inesperada pérdida del respetado traumatólogo vigués.

Tenía 72 años y era padre de dos hijos que residían con él en la ciudad: Patricia y Julio, que también pertenece a la plantilla de Fátima. El fallecido procede de una familia numerosa de seis hermanos: dos mujeres -una reside en Madrid- y cuatro hombres, todos ellos con problemas cardiacos, del que sólo queda con vida el más joven, Javier, también traumatólogo en la clínica que su hermano dirigió durante casi treinta años.

Tres décadas

Julio Babé se hizo con la dirección de Fátima en el año 1976 y en los años 90 sometió el centro a una gran remodelación y ampliación. Como responsable, orientó sus esfuerzos a ampliar la cartera de servicios y siguió vinculado a la clínica durante 28 años,hasta que en agosto de 2004 formalizaba la venta a la aseguradora Adeslas.

Además de su función como gestor sanitario,Babé es conocido a nivel autonómico por su trabajo al frente del Colegio de Médicos de Galicia y posteriormente en el colegio provincial, que presidió desde diciembre de 2001 hasta que en 2005 dio el relevo al que fue vicepresidente durante su mandato, el doctor Luis CamposVillarino.

Compañeros de profesión, como José Manuel Otero Vich, y amigos lamentaban ayer esta “gran pérdida” para la ciudad, por tratarse“un hombre entrañable, buen profesional y ante todo una buena persona”.

Atrás queda la consulta que tenía en el antiguo chalé de los terrenos de la clínica deVía Norte, que luego dejó paso al centro sanitario que ahora gestiona la citada aseguradora. El hospital entrañable, casi familiar, que fundara el doctor Troncoso y en el que entre otros fue atendido Álvaro Cunqueiro, se había convertido en un centro sanitario moderno, con todas las innovaciones. Julio Babé fue el artífice de esa importante transformación.