Tras el acuerdo alcanzado el pasado 16 de abril para retirar los símbolos franquistas y las "listas de caídos" que todavía permanecen en algunos templos de la ciudad, nada había trascendido sobre las gestiones realizadas por el gobierno local y la diócesis para cumplir con la Ley de la Memoria Histórica.

En el encuentro con el regidor vigués José Diéguez no pudo objeciones y su afán de colaboración sigue intacto. Eso sí, aclara el responsable eclesiástico que "la decisión es del gobierno local y a ellos corresponde tomar la iniciativa y no a la Iglesia", como en un primer momento se dijo.

El Concello adelantó en abril que correría con los gastos, que podrían rondar los 6.000 euros, y solicitó al Obispado una lista con todas las iglesias y monumentos con iconografía franquista que ya se encuentra en manos de los responsables municipales.

"La iniciativa es suya"

Explica el propio obispo que "la iniciativa es suya y son ellos quienes planificarán los trabajos y establecerán el orden. Nosotros no somos parte activa del proceso, nos limitamos a colaborar y a contestar todas las peticiones que se nos van formulando", aunque evita concretar el momento concreto en que se encuentra el proceso.

Diéguez se limita a aclarar que "en el año 38 fue un gobierno el que tomó la decisión de instaurarlos y ahora ha sido otro gobierno el que ordena que hay que retirarlos y los concellos deben cumplir la ley".

Está en manos del gobierno local la decisión de iniciar los trabajos y de incluir o no en la lista la retirada de la Cruz de O Castro, que es el símbolo más identificable de la dictadura en Vigo. Por ahora, el único que ha sucumbido es el monolito de Cíes, dinamitado hace días tras más de 40 años "presidiendo" las dunas de las islas.