El Ayuntamiento de Vkigo no desacatará la orden judicial que obliga a demoler la casa de un matrimonio en la parroquia de Sampaio y, por ello, habrá que echar abajo la vivienda, indicó hoy el alcalde, Abel Caballero.

En declaraciones a los periodistas tras la reunión de la Gerencia de Urbanismo, Caballero mostró su solidaridad con Charo Amorín y Manuel Dasilva, propietarios de la casa, pero lamentó que la justicia sea firme y obligue al Ayuntamiento a ejecutar la sentencia que no aplicó el pasado octubre, cuando unos doscientos vecinos impidieron la entrada de las máquinas municipales.

Caballero señaló que el Consistorio ya se ha puesto en contacto con la pareja para ofrecerle un realojo inmediato e insistió que mientras él sea alcalde el Ayuntamiento no incurrirá en desacato.

El último auto judicial que obliga al Consistorio a ejecutar la orden de derribo, divulgado esta semana, obliga también a los vecinos de las fincas colindantes de la casa afectada a dejar pasar las máquinas oportunas para proceder al derribo.

En ese auto se impuso también una multa de 1.200 euros a la gerente de Urbanismo, Julia Chamosa, por no haber derribado la casa en octubre pasado.

Caballero reconoció que el Ayuntamiento ha llevado a cabo todas las vías oportunas para retrasar ese derribo, pero que ahora se han agotado todas, y concluyó: "Aquí no hay decisión política, sino una orden judicial".

Por su parte, el portavoz del PPdeG, José Manuel Figueroa, pidió que se desoiga la orden judicial y se puso del lado de la pareja afectada alegando que en Vigo hay más de 2.000 edificaciones en situación irregular que serán legalizadas una vez aprobado el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), incluida esa vivienda de Sampaio.

Aseguró que si Caballero decide incumplir con la orden judicial, el PPdeG "respaldaría sin problemas esa decisión".