Jóvenes con aspiración a estar sobradamente preparados para mejorar el mundo y que a finales del próximo mes de agosto estarán haciendo las maletas para cursar durante dos años el Bachillerato Internacional. Son Sara Estévez Cores (17 años y alumna del IES Rosales II) y Minzhe Chen Cheng (17 años, IES Alexandre Bóveda y de padres chinos), que estudiarán en Hong Kong; y Pablo Cancelo Serrano (15 años, Colegio Maristas), que se irá a India. Seleccionados entre alumnos de toda España para disfrutar de una de las 16 becas que el Comité Español de Colegios del Mundo Unidos acaba de otorgar este año, están a punto de embarcarse en una aventura que saben que les cambiará la vida.

Los tres coinciden en señalar que se presentaron tras enterarse de la existencia de estas becas en sus centros porque les atrajo la idea de una educación multicultural y en valores, ya que no sólo estudiarán sino que también colaborarán en proyectos sociales en sus lugares de estancia. Y reconocen también que empezaron los trámites sin demasiadas esperanzas de ser elegidos. Pero se equivocaron y eso llevará a Pablo a estar dos años el colegio Mahindra, en la ciudad india de Pune, y a Sara y a Minzhe en el Li Po Chun, en Hong Kong (China).

Recuerdan que cuando conocieron la noticia de que habían sido finalmente seleccionados experimentaron una alegría que nunca antes habían sentido. "Yo casi me caigo", cuenta Minzhe, mientras que Sara se ríe al recordar que "me puse a gritar como loca", como Pablo "que estaba con mis amigos nos pusimos todos a abrazarnos y a gritar".

"Esperamos encontrar amigos para toda la vida, conocer otras culturas y aprender todo lo que podamos para cambiar el mundo", apuntan casi al unísono y, entre risas, añaden que confían en "acabar con el tópico de que España es todo toros y flamenco". Y en cuanto a su aportación, se ven como "embajadores de nuestro país, lo que es una gran responsabilidad".

Pero es un peso que parece no impresionar a estos tres adolescentes con una madurez sorprendente y con una ilusión que desborda. La preocupación queda para sus padres, como Mercedes, madre de Sara, que señala que "mi hija me contó que se iba a presentar para esas becas, pero sólo empecé a saber lo que era cuando la avisaron para ir a Madrid. Entonces pensé: malo será que la cojan. Y así estamos".