La polémica por el relleno del Areal -proyecto ya desechado por la Autoridad Portuaria- se generó en el año 2002. El Puerto pretendía, con la justificación de ampliar la superficie de almacenamiento y el calado, rellenar la zona de la dársena del Areal, comprendida entre los muelles Transversal y de Guixar.

El plan recibió el apoyo de los empresarios ligados a la actividad portuaria, pero tuvo en contra, desde el principio de su tramitación, a los demás sectores sociales y a los partidos políticos.

El entonces alcalde, el nacionalista Lois Pérez Castrillo, con el apoyo de los socialistas que eran sus socios en el gobierno local, decidieron presentar el recurso contencioso como último elemento para frenar el inicio de las obras de relleno en la zona. El PP, tímidamente primero y luego explícitamente, también se sumó a la medida después de intentar convencer sin éxito a su compañero de partido, Julio Pedrosa, de que desistiese de la iniciativa ante el clima social adverso.