El esperado inicio de la recuperar del Casco Vello está a un paso de ver la luz tras seis años de tramitación. El consejo de la Gerencia de Urbanismo aprobó ayer el Plan Especial del barrio histórico con el voto favorable de PP y BNG, y sólo falta que la Corporación lo ratifique en un pleno que se celebrará después de Semana Santa. Su aplicación abre la puerta a la rehabilitación de la zona más degradada de la ciudad, en la que el Consorcio del Casco Vello invertirá 30 millones de euros para reformar 300 viviendas y ofrecerlas en alquiler o venta; revitalizar el comercio; y renovar espacios públicos. La actuación en La Panificadora, donde se construirá un complejo residencial y comercial, también quedará desbloqueada.

El PSOE se abstuvo ayer en la votación al considerar excesiva la edificabilidad en zonas como la Panificadora o el Barrio do Cura. Si no se reduce, afirmó el edil Mauricio Ruiz, su grupo se opondrá "radicalmente". El desarrollo del Barrio do Cura deberá esperar al nuevo Plan General, ya que la ordenación no se corresponde con el proyecto del ex futbolista y promotor Valery Karpin, propietario de la zona. Manoel Soto, por su parte, votó ayer en contra al considerar que el Pepri del Casco Vello carece de seguridad jurídica. El edil nacionalista Henrique Viéitez lo calificó por contra de "pieza fundamental", y agregó que "permitirá que el Consorcio actúe". Por su parte, el concejal de Urbanismo, José Manuel Figueroa, consideró que el Pepri "dará un gran impulso al Casco Vello".

El área que abarca el Plan Especial, que dirigió César Portela, es de 217.000 metros cuadrados, de los que 84.000 son parcelas residenciales. El Concello, señaló el edil de Urbanismo, dispone ya de unos 9.000 m2 comprados para rehabilitar y destinar al alquiler o venta como pisos protegidos.

El gerente de Urbanismo, Javier Rivas, explicó que "el Plan es el instrumento esencial para que el Consorcio del Casco Vello pueda ejercer su acción, y establece las zonas a expropiar". Estas últimas se sitúan en la parte alta del barrio histórico -principalmente el entorno de la Ferrería- mucho más degradada que la baja.

La Consellería de Vivenda tiene previsto invertir, a través del Consorcio, 21 millones en tres años. La inyección total, con la aportación municipal y la ya realizada en la compra de inmuebles, supone 30 millones.

Con la aportación pública, el Consorcio espera que la iniciativa privada apueste por revitalizar toda la zona y abra locales comerciales. El objetivo de los redactores del Plan Especial es que el barrio histórico duplique su población y alcance los 6.000 vecinos.

Debate en la Gerencia

El PSOE arremetió en el consejo de la la Gerencia contra el "exceso de edificabilidad" que establece el Plan en algunas zonas, según expuso Mauricio Ruiz. El concejal afirmó que el Pepri "beneficia al máximo a los promotores" y critica que la calificación del suelo "permite a los propietarios construir sin la cesión pública del 10%, ni del 20% para vivienda protegida". Asimismo, aseguró que la ordenación afectará a las vistas al mar en el Paseo de Alfonso y Camelias.

Figueroa replicó que "el proyecto del Barrio do Cura fue redactado por Alfonso Penela, que pertenece a "Outro Vigo é posible", un colectivo que defiende el desarrollo sostenible de la ciudad. "Supongo que es una garantía de que no se taparán miradores. De lo contrario sería de un cinismo absoluto", agregó.

Henrique Viéitez (BNG) señaló que "el discurso sobre las alturas es viejo y está superado", y agregó que "la Dirección Xeral de Patrimonio y Política Territorial consideran que todo está corregido y resuelto".