Los vecinos de Sárdoma y Teis afectados por las obras del tren de alta velocidad colapsaron ayer la avenida de Madrid. A las ocho de la tarde más de un centenar de personas se congregaron en el vial de entrada a la ciudad -frente al edificio de la antigua cárcel- y ocuparon los dos carriles centrales de la calle -uno de subida y otro de bajada- obligando a la Policía Local a desviar el tráfico por los laterales de la avenida de Madrid.

A pesar de las dotaciones de Policía Local y Nacional enviadas a la zona para redirigir el tráfico, el corte de los carriles por los que acceden y abandonan la ciudad la mayoría de los vehículos provocó grandes retenciones en ambos sentidos que alcanzaron varios kilómetros. La normalidad circulatoria no se restableció hasta pasadas las nueve de la noche, cuando los manifestantes -pacíficos en todo momento- abandonaron la protesta.

La movilización estaba convocada por los vecinos de Sárdoma afectados por una de las alternativas de la salida sur del AVE, la que pasaría por la parroquia viguesa. "Es la más perjudicial. Cortaría el barrio en dos y quedaría separado por un gran muro. Además de que habría 20 viviendas afectadas directamente y otras tantas de manera indirecta", explica el presidente de los afectados, Emilio Manuel del Pazo, quien defiende la alternativa de construir un túnel bajo la avenida de Madrid para la salida sur del tren.

Los vecinos de Sárdoma critican además el impacto que la construcción de la alternativa por viaducto tendría en la parroquia. "Dejaría el barrio destrozado. Se llevaría por delante el atrio de la iglesia y ésta quedaría a un palmo de las vías del AVE", protestaba un grupo de vecinos congregados en la manifestación.

Expropiaciones

A la movilización se sumaron los afectados de Teis, en este caso por las expropiaciones "mal pagadas" para la construcción de las vías del AVE que pasarían por esta parroquia. "Continuamos esperando por una mesa negociadora. Llevamos meses pidiendo a la alcaldesa que medie entre los vecinos y el Ministerio de Fomento. Las cantidades que ofrece la empresa expropiadora son ridículas", clamaba Manuel Antonio Sotelino, portavoz de los afectados, quien también lamentaba no tener todavía noticias de la regidora local. "Nos dijo que el próximo lunes se reuniría con nosotros y aún no nos ha llamado nadie", critica.