Las dos gemelas, cuando niñas y no tenían que echar una mano en el taller, vivían su calle, que era entonces un gran salón de juegos. "Aquí nos conocíamos todos y nunca había un niño solo porque siempre había una madre, aunque no fuera la suya, pendiente de él", recuerdan las gemelas de su feliz infancia en Eduardo Iglesias que "ya no es nuestra calle porque no se parece nada a la de antes y ahora los niños ni se conocen".

Los niños hacían suyo, a las horas de limpieza, el patio del teatro-cine Tamberlik, hoy desaparecido y que ocupó el solar en el que se instalaban los circos que llegaban a la ciudad. De hecho, por tal motivo hasta 1919 la calle Eduardo Iglesias era conocida como Calle del Circo hasta que quedara dedicada al abogado que ejerció de tal en la ciudad desde 1876, que fue jefe local del Partido Liberal de Sagasta y que llegó a ser alcalde de Vigo en 1887.

En la calle, ahora poblada por nuevos moradores, quedan aún muchos de los vecinos que las dos gemelas conocieron desde la infancia, mientras que los negocios sí han experimentado con mayor intensidad el cambio de ciclo.

El Tamberlick y el posterior Odeón dieron paso a una manzana residencial y comercial. Son también pasado la armería, el limpiabotas, la tienda de fotos y los locales con nombre propio.