Desde que salió de su casa californiana, con destino al aeropuerto de Los Angeles, Pe fue seguida por numerosos paparazzis que también esperaban su llegada al aeródromo. Sin embargo, la española, siempre celosa de su intimidad, aseguró, según una información de 'contactmusic', recogida por OTR/Press, que no abandonaba el coche hasta que la policía dispersase a los fotógrafos. Finalmente, los periodistas fueron dispersados por las fuerzas de seguridad, pero ya era tarde y Penélope no pudo coger el avión para el que tenía billete, ya que el retraso por estos sucesos hizo que lo perdiera.

Esta actitud de la musa de Almodóvar se debe, según la publicación, a que Penélope está muy enfadada con la prensa, a raíz de las imágenes en las que ella y Bardem salen besándose y pasando una jornada romántica en una pequeña isla privada de las Maldivas, ya que la pasada semana se mostraba alegre y bromeaba con los medios insinuando que había quedado con el actor español.