La escalada de precios ha obligado a miles de familias a ajustarse el cinturón –cuatro veces más que el año pasado– y muchas de ellas todavía no han logrado salir del pozo desde el terremoto socioeconómico que causó la pandemia de COVID-19 en 2020. El riesgo de pobreza en la comunidad se situó el año pasado en el 20,2%, porcentaje que amenaza con aumentar debido a la escalada del IPC. Para combatir el efecto de la falta de recursos sobre la infancia, la Xunta usará 10,6 millones de euros para poner en marcha un programa de ayudas personalizadas. La previsión es que se beneficien de esta medida 1.700 familias compuestas por 5.100 personas.
Esta iniciativa pretende combinar los salvavidas económicos con cursos y herramientas que fomenten una mejor gestión de recursos y “hábitos e vida saludables”. El proyecto incluirá ayudas económicas para pagar el alquiler o gastos médicos como el dentista o el oculista o incluso actividades de refuerzo escolar, así como cursos para gestionar los ingresos y tratar de estirar lo máximo posible los euros que entren en cada casa.
En 32 ayuntamientos
El Consello de la Xunta aprueba hoy la firma de convenios con entidades sociales para acometer este proyecto “pionero”, que se desarrollará en 32 concellos, con especial incidencia en los barrios menos favorecidos de las ciudades y en puntos del rural de Lugo y Ourense. Entre las organizaciones encargadas de trasladar la inversión a las familias están la Fundación Juan Soñador, Arela, Cáritas Diocesana Mondoñedo-Ferrol y Lugo, Fundación Meniños y los centros de desarrollo rural Portas Abertas y de O Viso, según detallan fuentes de la administración gallega.
La medida, financiada con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europa, “tiene como objetivo principal mejorar la situación de las familias con menores que se encuentran en situación de exclusión social o en riesgo de padecerla”, añaden. En este sentido, los hogares beneficiarios serán, sobre todo, aquellos que permiten el ingreso mínimo vital (IMV) o la renta de inclusión social (Risga), con especial atención a familias monoparentales y numerosas. En Galicia, alrededor de 70.000 personas llegan a fin de mes gracias a alguno de estos cheques sociales, según los últimos datos disponibles.
