La Consellería de Medio Rural ha informado esta mañana de que la situación mejoraba en Lugo y Ourense -las provincias más afectadas-, donde los incendios ya estaban perimetrados, pero a primera hora de esta tarde las llamas en Carballeda de Valdeorras se han reactivado debido al cambio de viento llegando a calcinar algunas viviendas "deshabitadas" y "abandonadas". Tal está siendo su voracidad que se ha extendido al concello limítrofe de O Barco. La misma realidad se vive en Vilamor (Lugo), donde el fuego amenaza a núcleos de población. Para ambos puntos la Xunta ha activado el nivel 2 como medida preventiva, al igual que para otro incendio originado hace unas horas en Oímbra (Ourense) y que entró por Portugal; para uno más en Vilamor, en Folgoso do Courel (Lugo); y para un último en Palas de Rei (Lugo).

"Es un día para la esperanza", aseguraba de mañana el conselleiro José González, que aún así reconocía que los focos "no están en fase de estabilización", pero sí están "cerca del control y no están avanzando". La situación mudó completamente con el paso del día debido al viento principalmente. En el caso particular del incendio en A Pobra do Brollón, que pudo alcanzar zonas vecinales, ha detallado que" el peligro ya pasó" y "no hay ninguna posibilidad de que vuelva a reproducirse".

Hectáreas calcinadas

Galicia mantiene una veintena de incendios forestales que han quemado ya alrededor de 8.000 hectáreas. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha movilizado medios de extinción, a petición de la Xunta de Galicia, para apoyar a los medios de la comunidad en los focos de Ourense y Lugo para poder mitigarlos cuanto antes.

El incendio que más preocupa es el de Carballeda de Valdeorras (Ourense), que crece imparable y espera la llegada de este lunes por la tarde, para cuando Meteogalicia pronostica lluvias en el sector suroeste y parte del este de Galicia. El fuego, que se originó la noche del jueves, ha arrasado ya 2.400 hectáreas. Los servicios de emergencias informaron a primera hora de esta mañana que se encontraba estabilizado, pero se ha reactivado entrada la tarde "con motivo del cambio de viento" y, para más inri, la Consellería ha solicitado la activación de la situación 2 de alerta por proximidad de las llamas al núcleo de Candeda, donde ya se han quemado algunas viviendas, y al de Domiz.

Estas casas, según la alcaldesa del municipio, María del Carmen González, eran "abandonadas" y estaban "deshabitadas". Los vecinos de ambas parroquias fueron desalojados, así como los de Alixo, perteneciente ya al concello vecino de O Barco de Valdeorras, ya que las llamas se han expandido también hasta este punto limítrofe. El regidor barquense ha reconocido que la situación en estos momentos es "muy complicada" y de "mucha preocupación".

Esta coyuntura ha provocado el corte de la N-120, una de las vías nacionales de entrada a Galicia desde Castilla y León por el sur, a la altura de Coedo. Según ha detallado la Dirección General de Tráfico (DGT), la vía se encuentra cerrada totalmente al tráfico, en ambos sentidos, entre los kilómetros 46 y 47.

La Xunta ha activado también el nivel 2 como medida preventiva en dos incendios de más de 20 hectáreas registrados en el concello de Oímbra (Ourense), concretamente en las parroquias de Videferre -el cual entró por Portugal- y San Cibrao.

El Ejecutivo ha hecho lo propio en uno de los fuegos en Vilamor, que ha quemado ya 2.000 ha, por proximidad a las casas del núcleo poblacional de Parada de Montes; y en uno nuevo en Palas de Rei (Lugo), en la parroquia de Ramil por la cercanía del fuego a los núcleos de Pambre e Chorexe.

Más incendios

Por otra parte, en A Pobra do Brollón (Lugo), el fuego ha calcinado 670 hectáreas en la parroquia de Saa, mientras que otro foco, más pequeño aunque en el mismo lugar, quemó otras 50 hectáreas. En este caso, la Consellería vincula el inicio de las llamas con la "tormenta seca" de la noche del jueves, cuando cayeron en Galicia más de 6.000 rayos que "provocaron daños donde no hubo lluvia", pues el conselleiro José González ha asegurado que donde llovió fue posible frenar los numerosos conatos.

En Folgoso do Courel (Lugo) ya se han calcinado 3.400 hectáreas a raíz de tres incendios, siendo el más grave el mencionado de Vilamor. En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa del concello, Dolores Castro, ha afirmado que el incendio "saltó hacia otra ladera", incluso sobrepasando "el propio cortafuegos", y ha asegurado que están "desbordados".

Amén de los citados, en Quiroga (Lugo) hay tres focos, dos de ellos ya controlados (Nocedo y Outeiro) y uno extinguido (Quiroga), que han quemado 348 hectáreas; en Vilariño de Conso (Ourense) ya van 200 hectáreas, mientras que en Rodeiro (Pontevedra), la parroquia de Guillar ha perdido unas 200 hectáreas de terreno.

En Ribadavia (Ourense) sigue controlado, desde la tarde del sábado el fuego que empezó en la parroquia de Ribadavia y que afecta a 65 hectáreas.

Están controlados igualmente desde la pasada noche un fuego localizado en la parroquia de Outeiro que afecta a una superficie de 250 hectáreas y otro en la parroquia de Nocedo, que quema 15 hectáreas, una superficie corregida tras una estimación superior durante el sábado.

Asimismo, la Xunta ha informado de varios nuevo incendios forestales en las últimas horas. Uno, en el municipio de Cervantes, en la parroquia de Donís; otro en Antas de Ulla, concretamente en la parroquia de Santa Mariña do Castro de Amarante, ya controlado tras afectar a 40 ha; y otro en Palas de Rei, parroquia de Ramil, de 20 ha, donde también se ha activado la situación dos por la proximidad del fuego a Pambre e Chorexe.

También en Rodeiro (Pontevedra) está bajo control un fuego que había empezado en la parroquia de Guillar el jueves y ha quemado 200 hectáreas.