Unas 1.475.077 viviendas en Galicia serían susceptibles de rehabilitación con cargo a alguno de los dos últimos programas –3 y 5– publicados en el Diario Oficial de Galicia (DOG) de los fondos Next Generation, puesto que la cifra se corresponde con la inmensa mayoría (90,26%) del parque residencial gallego, construido antes de la entrada en vigor del Código técnico de la edificación y, por tanto, susceptibles de mejoras en eficiencia energética. Así lo asegura el coordinador de la Comisión de rehabilitación energética del Consello Galego de Colexios de Aparelladores e Arquitectos técnicos y próximo presidente de turno de la citada institución, José Manuel Grandío, con datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de España.

“Tardará en volver a pasar un tren similar por Galicia en términos de rehabilitación de vivienda”. Así se expresa también el actual presidente, Roberto Medín, al referirse a las nuevas ayudas a la rehabilitación energética de los conocidos como “fondos COVID”.

Según los cálculos del Consello Galego, la factura energética de las viviendas de un edificio podrían verse recortadas hasta en un 85% –en el caso de pisos que reduzcan el consumo el 60%–. Un edificio de 14 viviendas que elimine la caldera de gasóleo, un combustible fósil, y la sustituya por biomasa, pasará de pagar una factura energética anual de 42.000 a 7.000 euros”. “Es el caso más favorable”, asegura Grandío, que dedicó horas a hacer simulaciones con los detalles de los programas de las recientes ayudas. “Cada vivienda de ese edificio dejará de pagar 250 euros al mes y pasará a tener una factura de la luz de poco más de 40 euros. El ahorro supera los 200 euros mensuales”, según sus cálculos. Es decir, no solo se financiarán las obras de rehabilitación –hasta unos 6.300 euros por vivienda si reducen entre un 30 y un 45% los consumos– y de 18.000 euros aproximadamente, en casos de mayor descenso de consumo energético.

Siguiendo con el caso citado –basado en un edificio que se rehabilitó de verdad en Lugo, según aclaró a FARO– en el supuesto menos favorable los propietarios de las 14 viviendas de ese edificio pasarían de pagar 42.000 euros anuales, 250 euros al mes cada piso, a 25.000 euros La factura mensual de la luz de cada propietario sería de unos 150 euros mensuales. Grandío lanzan un mensaje a la sociedad gallega para que ésta se beneficie de estas ayudas que sirven para “modernizar nuestros edificios”. “Cuanto más antiguo es el edificio, mejores son los resultados”, expresa.