Un vivero de ‘liliums’ es para el olfato como una burbuja de esencia floral. Cerca de la entrada a A Guarda, en Salcidos, y debido a la gran de demanda de esta flor, los invernaderos de “Flores Toxal” han visto incrementada su producción hasta un 60%: apuestan por cultivar más de un millón de tallos anuales. Además de ricos sustratos, estas vistosas flores se nutren de una atmósfera templada y, en invierno, precisan ser calefactados.
Para reducir los altos costes de calefacción, que era hasta ahora de gas propano, y al mismo tiempo la factura eléctrica, esta empresa valoró opciones. “Hemos investigado y nos hemos decantado por la solución de la geotermia”, asegura administrador y socio de la empresa, Alfonso Cobián. Así, prevén reducir desde los 50.000 euros hasta solo 15.000 euros al año con una estrategia que, además, es limpia para el medio ambiente.
En los terrenos ya empezaron las perforaciones. Gerente e ingeniero agrónomo, Ángel Patiño, se encuentran estos días en pleno desarrollo de esa planta geotérmica que servirá para climatizar el vivero. El proyecto de captación arranca desde unos pozos y contempla una bomba de calor. “El proyecto consiste en una captación geotérmica, con agua caliente del suelo que calefactará los invernaderos. Aparte, irá apoyado con paneles de energía fotovoltaica para reducir también el consumo eléctrico”, explica Cobián. La geotermia implica una demanda eléctrica que se puede disminuir a través de estos paneles.
Este proyecto en la provincia de Pontevedra es uno de los financiados por el Estado para desarrollar plantas geotérmicas en invernaderos de cultivo intensivo, a raíz de una línea de ayudas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Inade.
Solo en geotermia, los proyectos ubicados en Galicia supondrán una inversión total de 11,1 millones y una potencia total de 27,1 MW. Y entre las actuaciones subvencionadas dentro de la térmica, destaca el uso de la geotermia para satisfacer las demandas de calor de edificios tanto residenciales como destinados al sector servicios y el industrial, con una potencia conjunta de 1,2 MW y una ayuda de 1,2 millones.
Por ejemplo, una bodega de Leiro, en Ourense, propone la instalación de un sistema geotérmico para cubrir las demandas térmicas de sus procesos, así como climatizar su complejo turístico.
Paralelamente, destacan otras tres actuaciones que plantean el uso de la biomasa como combustible, tanto en calderas de aplicación industrial como para redes de calor, y que permitirán el suministro de agua caliente sanitaria y calefacción a distintos edificios en la ciudad de Lugo. Estos proyectos presentan una potencia instalada de 23 MW y cuentan con una ayuda de 3,16 millones.
Del resto de actuaciones en Galicia destacan los 1,3 millones destinados a una planta de producción de biogás para satisfacer la demanda térmica de los procesos en una industria de elaboración de productos cárnicos en Pontevedra.
Tras realizar pesquisas, la empresa que realizará generación térmica para procesos industriales de alta potencia es “Frigoríficos Bandeira”; empresa de vital importancia en la zona y en el ámbito gallego. El jefe de mantenimiento de la firma confirma a FARO la doble vertiente del proyecto: “Trabajaremos con los purines que produce el matadero para producir biogás y, a través de esto, poner un generador de biocombustible y una caldera para autoabastecernos”, explica. Cada año, hasta 56.000 reses pasan por esta empresa cárnica. Están vivas unos días en los que sus desechos se pueden convertir en gas. “La caldera nos dará suministro de agua caliente y de vapor para cocción”, añaden. “En vapor nos autoabasteceremos al 100% y en electricidad, al 40%”, reconocen en relación a la reducción energética”, explican. Las obras darán comienzo a finales de este año.
Esta tecnología, también servirá para la climatización de edificios residenciales, en las comunidades de Aragón, Cataluña, Madrid y Castilla y León, por citar otros puntos de España.
Aumentar la participación de las fuentes de energía renovables en la producción de energía térmica en Galicia, dotando a los inversores de la capacidad financiera necesaria para desarrollar las actividades de construcción y puesta en marcha de instalaciones de producción de energía térmica – pudiendo incluir actuaciones de inversión que mejoren la gestión y optimicen la producción, permitiendo el uso de autoconsumo y la incorporación de la energía a mercados locales –es uno de los objetivos expresados–.
La convocatoria destinó 8,4 millones a la promoción de proyectos de producción de energía térmica a partir de fuentes de energía renovable en Galicia, con la introducción de, al menos, 33,22 MW de potencia renovable en proyectos de producción de energía térmica con diferentes tecnologías. Las ayudas se otorgan a través de una subvención a fondo perdido, susceptibles de ser cofinanciadas con FEDER. Para facilitar la financiación de los proyectos, el 80% de la ayuda concedida se podrá anticipar al beneficiario.
Pero no era la única ayuda de renovables. En la convocatoria de eléctricas se seleccionaron hasta 378 proyectos que, con una potencia de 257 MW, recibirán ayudas por un importe cercano a los 70 millones.
“La mayoría de los proyectos, cerca del 90%, corresponden a instalaciones de energía fotovoltaica. Destaca su uso para autoconsumo en edificios públicos y administraciones locales, representando más del 22% de las actuaciones. Entre ellas, figuran los desarrollos para abastecer a los servicios de salud de Galicia –también los manchegos–, así como colegios públicos en Murcia o la Universidad de Vigo”, indican desde el Ministerio.
En lo que respecta a generación eléctrica en Galicia, los proyectos seleccionados que se ubican en la comunidad contará con una inversión total de 4,6 millones y una potencia de 4,2 MW, para lo que se destinará una ayuda de 3,3 millones.
Entre las actuaciones subvencionadas destacan 10 proyectos de tecnología fotovoltaica para autoconsumo en edificios públicos, tratándose en su mayoría de hospitales y centros universitarios. También se ha seleccionado dos proyecto de producción de biogás, a partir de residuos ganaderos.
Otra de las líneas subvencionadas en Galicia llega de mano de la generación de biogás a partir de residuos ganaderos para su posterior aprovechamiento energético. “La sustitución de calderas que usan este combustible ha tenido relevancia en industrias del sector oleico en Andalucía o el sector cervecero en Galicia”, amplían desde el Ministerio de Transición Energética.
Una bodega de Leiro y complejo turístico que será calefactado desde la tierra
Tras crecer como uno de los buques insignia de la denominación de origen O Ribeiro, “Viña Meín–Emilio Rojo” surgió como proyecto conjunto en 2019, bajo el concepto y filosofía de Alma Carraovejas y dando continuidad (y mimo) a los históricos viñedos del entorno del valle del Avia en Ourense. Este año, el proyecto ha apostado por una remodelación importante de la bodega para adaptar las instalaciones a la elaboración minifundista que les caracteriza, según explican los gestores en Leiro.
“Actualmente se está ejecutando la primera fase de adecuación de la bodega, que prevé finalizarse antes de la vendimia de 2022. Durante estos trabajos se desarrollará principalmente el edificio de elaboración junto a la construcción de siete perforaciones de producción geotérmica”, explican desde la empresa.
La nueva instalación geotérmica continúa en línea con la filosofía de “Alma” de buscar modelos sostenibles para el aprovechamiento energético. La geotermia proporcionará una energía limpia para adecuar la temperatura según sea necesario durante las distintas fases de elaboración del vino, razonan. Las nuevas instalaciones serán un ejemplo de la búsqueda de energías renovables y el compromiso de obtener sistemas más sostenibles. Su bodega origen, Pago de Carraovejas –añaden– es el único proyecto en España junto a Familia Torres con la certificación Wineries for Climate Protection Plus. Esta certificación es otorgada por la Federación Española del Vino y asegura la reducción de la huella de carbono; la disminución en el consumo y en los vertidos de agua; la disminución de consumo energético y la apuesta por las energías renovables; y una adecuada gestión de residuos.
