Las populares ‘quemas de rastrojos’ en el rural para eliminar maleza o los desechos vegetales mal depositados en zonas no habilitadas para ese fin, pensándolo mejor, serían una fuente idónea para el compostaje. Algo así pensó el gerente de la firma “Arborejardín”, Iván Manuel Prado, que siempre tuvo esa idea en la cabeza y que ha logrado que particulares y empresas se conviertan en proveedores de esos residuos fácilmente convertibles en nutrientes para abonar de nuevo los suelos. Así ha surgido una iniciativa empresarial en el rural de Lugo, que arrancó en 2020 y al amparo del programa “Galicia Emprende Rural” de la Consellería de Economía –a través del Igape–. Esa actividad ya emplea a dos personas.
“Cuando abres una nueva actividad siempre surgen dudas, pero con el apoyo de las ayudas recibes un impulso para iniciarla”, reconoce Iván Manuel Prado. Restos verdes de podas y residuos orgánicos se transforman en abonos, para su posterior uso en cultivos y venta como sustrato para huertas, aprovechamiento de zonas degradadas o suelos empobrecidos. “Tiene muy buen resultado y le estamos dando salida”, reconoce. “No es solo biotriturarlo, sino que tiene que pasar un proceso de meses, previo a la venta”, explica.
La Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación acaba de activar mediante su publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG) una nueva edición del programa “Galicia Emprende Rural”, que contempla una línea de ayudas por valor de dos millones de euros a unos 70 proyectos de autónomos y emprendedores, para hacer posible la creación de unos 200 empleos en el medio rural.
Con esta nueva edición, cuyo plazo de presentación de solicitudes permanecerá abierto hasta el próximo 8 de marzo, la Administración gallega refuerza su apuesta por una línea desarrollada por el Igape y cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y que fomenta la generación de empleo con el apoyo a la creación de proyectos vinculados la actividades no agrícolas en zonas rurales.
Entre las actuaciones industriales prioritarias que el “Galicia Emprende Rural” busca impulsar figuran sectores como la automoción, el textil, aeronáutico, químico, medioambiental, TIC, audiovisual, piedra natural e industrias creativas. El importe de las ayudas oscila entre los 20.000 euros y los 45.000.
¿Cuál fue la obra más celebrada de Victor Hugo? o ¿qué es un número primo? Un videojuego al estilo ‘Trivial’ que potencia la memoria y es adaptable a diferentes perfiles personales y dificultades –es apto para reforzar la memoria de personas mayores o trabajar con la de la infancia– es otra de las ideas emprendedoras que han surgido en el rural al amparo de estas ayudas. La representa la empresa “Iseltec”, asentada en Teo y que ha lanzado ese proyecto de edición, desarrollo y comercialización de videojuegos. Uno de los emprendedores, Francisco Javier Hermidas Solla, explica que la empresa ya se nutre de tres socios y un empleado. El innovador producto es apto para el entretenimiento y estimulación de personas con deterioro cognitivo leve con dinámicas de juego basadas en actividades cotidianas del usuario –al tiempo que representa una herramienta útil para los profesionales médicos– y ya está en el mercado en proceso de validación y prueba.
“Iniciamos una línea de negocio dentro de “Galicia Emprende Rural” con el desarrollo de una primera versión del videojuego Avoo y a finales del año pasado logramos que nos concedieran una del plan de innovación de la Xunta cuyo eje estratégico es impulsar este producto. Nuestro usuario final son personas que deseen ejercitar la memoria, pero no somos especialistas en deterioro cognitivo. Las entidades que prestan servicio a personas mayores, niños o personas con necesidades especiales pueden utilizar Avoo como herramienta para trabajar la memoria de esa persona desde el entretenimiento; así los profesionales pueden adaptarlo, también su uso intergeneracional. Tenemos una página web que alimenta de contenidos ese videojuego”, explica Hermidas.
¿Cómo funcionan las ayudas?
Los inversores que se acogen a esta línea de apoyos desarrollarán sus planes empresariales de negocio en 18 meses y recibirán un adelanto del 60% de la ayuda concedida, luego de la notificación de la resolución y la acreditación del plan.
Al amparo de las tres anteriores ediciones, este programa impulsó 180 proyectos empresariales de emprendedores y autónomos, con ayudas por importe de 11 millones de euros vinculadas al compromiso de creación y mantenimiento de 453 puestos de trabajo por parte de las iniciativas apoyadas.
El programa que se acaba de publicar el DOG para este año se complementa con el “Galicia Emprende”, a través del cual se acaban de conceder unos 15 millones en ayudas para apoyar un total de 52 iniciativas empresariales. Entre las dos líneas de actuación se lograron apoyar, en los últimos cuatro años, más de 350 proyectos emprendedores con más de 35 millones de euros. Además, la Xunta también apoya el emprendimiento desde la formación, el asesoramiento y el acompañamiento a empresas.
En este campo destaca la red de coworking que, desde su inicio en 2016, ya tuvo 900 participantes que crearon 380 nuevas empresas. Está previsto lanzar una nueva convocatoria en el primero trimestre de 2022 que contará con un total de 11 espacios en las cuatro provincias gallegas. Como novedad figuran los de la Mancomunidad de O Carballiño –con sede en O Irixo–, Valdeorras –con sede en A Rúa– y San Cibrao das Viñas – Parque Tecnológico de Galicia–, todos ellos en la provincia de Ourense, y se suma uno en Pontevedra, en concreto en el Deza, en Lalín.
