El Servicio Galego de Saúde tiene el objetivo de que a final de año el 60% de las consultas con el médico de cabecera sean ya presenciales. Pero de momento, el sistema de cribado seguirá siendo el mismo. Todas las citas de Atención Primaria que soliciten los pacientes serán exclusivamente telefónicas y luego, tras una primera conversación, el facultativo decidirá si es conveniente una atención cara a cara o resulta suficiente con la asistencia a distancia. Por tanto, seguirá sin poderse pedir cita presencial directamente por parte del enfermo y el Sergas continúa sin desvelar cuándo volverán a la normalidad las visitas a los centros de salud.

En su comparecencia en comisión parlamentaria, la directora xeral de Planificación e Reforma Sanitaria, Estrella López-Pardo, insistió ayer en que por el momento será el médico el que decida a qué pacientes atenderá en persona, sin dar más detalles de cuándo se recuperará el modelo previo al coronavirus y cómo se rebajará la lista de espera a pesar de las interpelaciones de Julio Torrado (PSOE) y Montse Prado (BNG), que fueron la causa de la presencia en el Parlamento de la alto cargo de la Consellería de Sanidade.

“La presencialidad o no presencialidad es un tema que tiene que decidir los profesionales, que es lo que están haciendo, porque tienen libertad para decidir si ven a un paciente de forma presencial o telefónica”, indicó la responsable de dirigir la reforma en la Atención Sanitaria.

Con este sistema, dijo López-Pardo, las “agendas de los médicos” están preparadas para ir aumentando las citas presenciales “en el mes de septiembre y conseguir los objetivos propuestos para antes de que termine el año”.

Los objetivos genéricos a los que se refirió –aunque ayer no los indicó expresamente– son los de llegar al 60% de atención presencial a finales de diciembre. En julio estaba el 40%, pero “en el periodo estival se vio resentida”, expuso, sin ser más concreta de cómo está ahora la situación.

BNG y PSOE reprocharon la continuidad de este sistema de atención telefónica como primera opción, lo que lleva a que los pacientes tengan que esperar semanas para ser atendidos. “Esperar veinte días para ir a un médico de Atención Primaria es inasumible, es inaceptable”, censuró Torrado. “En muchos centros de salud se aguardan semanas para una cita y en otros hay colas”, añadió Montse Prado. Y es que en los ambulatorios se puede pedir una cita presencial si se acude al mostrador y se espera turno, porque en la agenda de los médicos hay un número muy reducido reservado expresamente para este fin.

López-Pardo respondió que la espera ha mejorado en la última semana con respecto a los quince días anteriores. El 98% de las agendas del área sanitaria de Ourense y el 73% de las de A Coruña se pueden citar ya con menos de dos días de espera, mientras que en Lugo y Santiago, la demora es inferior a cuatro días. Del resto de las áreas sanitarias (Vigo, Pontevedra y Ferrol), no dio datos.

Tanto el BNG como el PSOE reclamaron más recursos, en especial de personal, para los servicios médicos de Atención Primaria para atender a los pacientes, a lo que la directora xeral respondió que la Xunta está poniendo todos los recursos disponibles encima de la mesa y censuró que si faltan profesionales, es porque el Gobierno central tiene limitadas las tasas de reposición.