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El Colegio de Pontevedra enseña el látigo a los médicos que no pagan sus cuotas

El Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra celebrará el próximo día 12 de mayo una asamblea general ordinaria para abordar las cuentas anuales y el presupuesto para este año. Pero el orden del día incluye también un punto que no tiene nada de trámite. Se someterá a discusión una reforma de los estatutos con la que se pretende atar en corto a los colegiados que no abonan sus cuentas y que son “un número significativo” entre los 4.600 inscritos en la organización médica de Pontevedra. Para poner fin a la morosidad, o por los menos reducirla al mínimo, los estatutos se ponen duros y prevén, si finalmente sale aprobado el borrador tal como está redactado, la pérdida de la condición de colegiado, lo que supondrá su inhabilitación para ejercer la medicina, para los que tengan cuatro cuotas consecutivas sin pagar (un año en total, porque los cargos son trimestrales).

Los demás colegios médicos de Galicia no tienen en sus estatutos unos preceptos tan rotundos como los que pretende aplicar el de Pontevedra. De hecho, el de Ourense ni siquiera cuenta con referencia alguna a la pérdida de la condición de colegiado por el impago de cuotas.

Número significativo de impagos

¿Por qué se ha llegado a esta situación? Fuentes del Colegio de Médicos de Pontevedra sostienen que reiteradamente los auditores de las cuentas anuales advertían de que la institución se comportaba con demasiada condescendencia con los morosos, “cuya existencia es común y representan un número significativo”, precisan las mismas fuentes. A pesar de los constantes avisos y requerimientos que se les enviaron para que se pusieran al día en las cuotas, no se logró revertir la situación. La morosidad siguió con la misma tendencia. Hay facultativos que adeudan más de 4.000 euros. Además, aunque un facultativo no pague su cuota, la institución tiene que asumir por su cuenta la parte correspondiente que se envía a Madrid al Consejo General de Colegios Médicos.

Así que ahora, como último paso, se ha optado por reformar los estatutos y sacar el látigo para normalizar el pago de las cuotas, que por término medio –en función de los servicios adicionales que se requieran al colegio y descontando las desgravaciones fiscales por estos pagos a las que se tiene derecho y otras bonificaciones– supone unos 150 euros al año repartidos en cuatro abonos trimestrales.

Primer aviso

Pero antes de la expulsión del colegio se procederá a la suspensión. En el borrador se establece, también de nuevo cuño, que tras dos cuotas seguidas sin pagar, el secretario le hará una advertencia y si tampoco abona la tercera, será suspendido. Y ya con el cuarto impago se procederá entonces a darle de baja en el colegio “y comunicarla a todos los organismos pertinentes”, por lo que no podrá ejercer. Para volver a inscribirse, el facultativo tendrá que saldar las deudas no prescritas y además pagar la cuota de entrada.

Este mismo problema, aunque mucho más grave, lo lleva padeciendo el Colegio de Médicos de Madrid más de una década. Por el impago de las cuotas, en 2019 la deuda ascendía tres millones de euros, sin que a pesar de la alta morosidad se procediera a la expulsión de ningún facultativo.

Los estatutos de los demás colegios gallegos no son tan estrictos como el que pretende aprobar el de Pontevedra. El de A Coruña dice que los médicos perderán su condición de colegiados por “falta de pago de cuotas ordinarias”, sin más concreción. El de Lugo repite este esquema, pero añade que será acordada una vez que el colegiado sea requerido de pago con seis meses de antelación. Tampoco determina el número de impagos que deben acumularse. Y el de Ourense no tiene ninguna referencia a la suspensión o pérdida de la condición de colegiado.

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