Cuarenta y seis empleadas de la Xunta denunciaron acoso sexual desde 2016. Esto significa una media de nueve quejas por año en el seno de la Administración autonómica. Estos casos se destaparon gracias al protocolo de prevención contra el acoso sexual que se puso en marcha hace cinco años. “El plan tuvo resultados reales”, defendió la secretaria de Igualdade, Susana López Abella.