La población de lobos en Galicia no han dejado de crecer en los últimos años. Para poner al día el censo del cánido, los últimos datos son del período 2013-2015, que habían identificado 90 manadas reproductoras (14 compartidas con otras comunidades y con Portugal), la Consellería de Medio Ambiente encargará un censo que dé cuenta de la evolución de la especie en una de las comunidades loberas, que junto con Asturias, Cantabria y Castilla y León concentran el 95% de los ejemplares de todo el país.

En plena batalla con el Gobierno central por su decisión de blindar el lobo y así prohibir su caza en toda España –en la actualidad las comunidades del Noroeste pueden hacerlo para controlar la especie ante daños–, la Xunta saca a licitación un contrato por casi 70.000 euros para elaborar un estudio poblacional del lobo en la comunidad, cofinanciado en un 75% por la UE.

El objeto del contrato, con un plazo de ejecución de 10 meses, es “la mejora y actualización periódica del conocimiento sobre las poblaciones del lobo ibérico en Galicia, principalmente en lo relativo a su evolución” , recoge el procedimiento. Medio Ambiente se propone hacer un “mejor seguimiento sobre la especie y la aplicación de estos conocimientos a su zonificación y gestión”. Con los últimos datos disponibles, se pone de manifiesto un aumento de más del 30% de la población del lobo en los montes gallegos, al pasar de las 68 manadas contabilizadas en 2001-2003 a las 90 del período 2013-2015.

El departamento que dirige Ángeles Vázquez quiere tener sobre la mesa datos actualizados para planificar la gestión de la especie y, a su vez dar, a conocer al Ministerio de Transición Ecológica la situación en la comunidad una vez aprobó en febrero, contra el criterio de las comunidades loberas, la inclusión del cánido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.

La Xunta rechazó el plan diseñado por el departamento que dirige Teresa Ribera por carecer de base científica y desoír al Noroeste, al tiempo que denunció la cadena de incumplimientos en la tramitación y tachó el acuerdo de “injustificado e innecesario”. Medio Ambiente le recordó que Galicia cuenta con un plan de gestión del lobo para “garantizar la viabilidad de la especie, manteniendo una población estable y al mismo tiempo compatibilizar su existencia con la viabilidad económica de las explotaciones agropoecuarias. Para ello la comunidad ya “adopta medidas preventivas y establece líneas de ayudas” para paliar los daños.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, quien ha tendido la mano a las comunidades loberas y defendido las reclamaciones del sector agroganadero en la batalla contra el Ministerio de Transición Ecológica por la protección del cánido, durante una reunión mantenida ayer con representantes de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos reiteró su apuesta por un “trabajo sosegado y sólido”, que incluya las aportaciones de todas las partes interesadas.